En estas semanas
finales del año, les ha dado a algunos alcaldes por entrar en una competencia
absurda para ver quién la tiene más grande. Me refiero a la iluminación
navideña. Mal ejemplo precisamente ahora en que todo el mundo debe poner su
esfuerzo en ahorrar energía para que el planeta no termine por irse definitivamente al
carajo debido al cambio climático.
Viñeta de Bernardo Vergara publicada el 27 de noviembre de 2019
en el digital español el diario.es
Además, cuando veo ese derroche de
dinero público gastado en miles de bombillas que parpadean, hecho para agradar a los posibles votantes en las próximas elecciones y para complacer a los comerciantes locales que piensan que las luces incitan a la compradera, me
pregunto si en esas ciudades que invierten tanto en iluminación, los servicios
sociales municipales son tan estupendos que han conseguido que no haya indigentes que duermen en las
calles o se queden sin comer caliente en medio del frío.
Sin techo listo para dormir en un portal
de la Plaza Mayor de Madrid.
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