Antes
de convertirse en un exitoso comediante, en sus inicios en la radio habanera
allá por 1950, Guillermo Álvarez Guedes formó parte del numeroso grupo de
artistas, conocidos solo en sus casas a la hora de comer, que metían cabeza en las emisoras, buscando resolver el día con una aparición puntual en un programa.
Como él era
dúctil y siempre estaba a mano en los estudios de Unión Radio, el director del
dramatizado detectivesco “El hombre gordo” le daba la oportunidad de sustituir
a los actores que por una causa u otra faltaban a la transmisión, que se
hacía en directo cada noche a las 8.
Fue así que, en distintos capítulos de la serie, el
suplente GAG encarnó a cinco personajes: el galán, un gangster, un mafioso
poderoso, un teniente de la policía y un fiscal.
Siguiendo el
argumento, el galán cautivaba a la heroína y el fiscal enviaba a presidio al
gangster. Poco después, este era puesto en libertad debido a la influencia del
mafioso, quien moría por disparos del teniente.
Al escuchar a
todos esos individuos con la misma voz, la de Álvarez Guedes, los radioyentes que
seguían los episodios de "El hombre gordo" se encontraron con un embrollo difícil de digerir.
Esta anécdota,
totalmente cierta, no es más que una excusa para colocar en mi blog un par de
chistes del gran Guillermo Álvarez Guedes, que siempre vienen bien para alegrar
el día.
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