Estas imágenes, tomadas en Sancti Spiritus, captan los terribles momentos en que un cruel individuo golpea repetidamente y con saña a su caballo. El animal, que se ve mal alimentado, se ha desplomado debido al agotamiento que le produce halar un pesado carretón durante horas.
-- Mire, el caballo es mío --se justificó José Manuel, el abusador-- y se había declarado en huelga porque es un mercenario pagado por la CIA. Y yo, que soy revolucionario, castigándolo de esa manera brutal, solo cumplía con las orientaciones del Partido.
-- ¿Qué orientaciones?
-- Las mismas que les bajaron a los jueces y fiscales para que condenaran sin piedad a los manifestantes del 11 de julio.
:::::::::::::::::::::::::::::
No hay comentarios:
Publicar un comentario