Ela Calvo cantaba mi balada “Mía la felicidad” -en ocasiones hasta dos veces diarias- en las tandas que hacía cada noche en "El Patio", un acogedor bar situado en la planta baja del Hotel Habana Libre, junto al vestíbulo. El local se llenaba a diario, había buen ambiente y se pasaba un rato muy agradable en él. Allí “la Calviño”, como le llamaban algunos amigos a Ela, alternaba con el Cuarteto de Meme Solís, compuesto entonces por Farah María, Miguel Ángel Piña, Raúl Acosta (1) y el propio Meme.
JOSÉ MANUEL, EL MEME
Tras una etapa de pianista acompañante de grandes figuras como Fernando Albuerne, Olga Guillot y Elena Burke, el villareño José Manuel “Meme” Solís Fernández, compositor, arreglista y cantante, había fundado en La Habana, en 1960 su cuarteto de voces, integrado en su primera etapa por él mismo, Horacio Riquelme, Ernesto Marín y Moraima Secada. Gracias al extraordinario sentido de la armonía y al dominio del difícil arte de combinar voces de su creador, Los Meme ocuparon un lugar destacado en el competitivo panorama cuartetero de aquellos años, en los que había que vérselas, entre otros, con Los Bucaneros, Los Modernistas, Voces Latinas, Las D’Aida, Los Zafiros, Los De Enrique y Los Del Rey.
Con el tiempo, el grupo fue evolucionando, cambiando algunos de sus integrantes. Su primera etapa de amplio reconocimiento les llegó cuando sus miembros eran su creador, Moraima, Bobby Jiménez y Raúl Acosta. Nadie que se hubiese sumergido en los primeros años 60 en el ambiente de los clubs y cabarets que caracterizaban la noche habanera, podrá olvidar la maravilla de escucharles cantar “Que infelicidad” o “Ese hastío”, joyas de gran riqueza armónica compuestas por Meme, filin del mejor, maestría en estado puro.
A SOLAS CONTIGO
Yo llevaba varios meses trabajando en Radio Progreso cuando en 1962 Celestino García Súarez puso en práctica la feliz idea de reunir en un programa diario de ambiente íntimo y romántico a un trío de solistas de lujo formado por Elena Burke, Luis García y Meme. La idea era bien simple: que descargaran canciones. Se llamó “A solas contigo” y salía al aire, grabado, a las 11 de la noche por la Onda de la Alegría.
Luis era cantante y compositor (2). Jovial propietario de una sonrisa frecuente, derrochaba sensibilidad por todos sus poros cuando acompañaba con el piano, cosa que hacía realmente bien, con mucha emotividad. Se había hecho popular años atrás gracias a un pecado de juventud que todos le perdonamos: interpretar valses peruanos (“Alma, corazón y vida”, “La vida mía”…) pero, superada esa época de su carrera, se dedicaba a lo que era su pasión: el filin. Entre sus composiciones están “Mi manera de ser” y “Canta corazón”, dos clásicos que le garantizan un lugar entre los grandes filineros cubanos.
JOSÉ MANUEL, EL MEME
Tras una etapa de pianista acompañante de grandes figuras como Fernando Albuerne, Olga Guillot y Elena Burke, el villareño José Manuel “Meme” Solís Fernández, compositor, arreglista y cantante, había fundado en La Habana, en 1960 su cuarteto de voces, integrado en su primera etapa por él mismo, Horacio Riquelme, Ernesto Marín y Moraima Secada. Gracias al extraordinario sentido de la armonía y al dominio del difícil arte de combinar voces de su creador, Los Meme ocuparon un lugar destacado en el competitivo panorama cuartetero de aquellos años, en los que había que vérselas, entre otros, con Los Bucaneros, Los Modernistas, Voces Latinas, Las D’Aida, Los Zafiros, Los De Enrique y Los Del Rey.
De izquierda a derecha: Marín, Moraima, Riquelme y Meme |
De izquierda a derecha: Raúl, Moraima, Bobby y Meme |
Yo llevaba varios meses trabajando en Radio Progreso cuando en 1962 Celestino García Súarez puso en práctica la feliz idea de reunir en un programa diario de ambiente íntimo y romántico a un trío de solistas de lujo formado por Elena Burke, Luis García y Meme. La idea era bien simple: que descargaran canciones. Se llamó “A solas contigo” y salía al aire, grabado, a las 11 de la noche por la Onda de la Alegría.
Luis era cantante y compositor (2). Jovial propietario de una sonrisa frecuente, derrochaba sensibilidad por todos sus poros cuando acompañaba con el piano, cosa que hacía realmente bien, con mucha emotividad. Se había hecho popular años atrás gracias a un pecado de juventud que todos le perdonamos: interpretar valses peruanos (“Alma, corazón y vida”, “La vida mía”…) pero, superada esa época de su carrera, se dedicaba a lo que era su pasión: el filin. Entre sus composiciones están “Mi manera de ser” y “Canta corazón”, dos clásicos que le garantizan un lugar entre los grandes filineros cubanos.
La Burke ya había encontrado su sitio en la cima y lo demostraba el hecho de que cuando decías Elena todos sabían de quien se trataba. Ya era la primera entonces y lo siguió siendo hasta su muerte. Una estrella de verdad y por tanto consecuente con su credo artístico, que no se traicionó a sí misma cantando lo que no tenía que cantar y por ello nunca defraudó a sus seguidores. La más grande. En mi opinión.
Y Meme, bueno, de él seguiremos hablando dentro de un momento en esta crónica.
Que no se me olvide mencionar a otro excelente participante en el programa: Froilán Amézaga, habitual acompañante de Elena, quien enriquecía el sonido aportando el de su guitarra eléctrica.
Si escuchar por radio “A solas contigo” era una delicia, colarme en sus grabaciones era una posibilidad que tenía por ser empleado de Progreso que yo aprovechaba cada vez que podía. Callado en la semioscuridad de la cabina, disfrutaba de cómo esos monstruos del filin intercambiaban ideas, seguían las indicaciones del Maestro en el reparto de voces, ensayaban –lo imprescindible, hay que decirlo- y una vez encendido el lumínico de “grabando”, llenaban el estudio de emociones a través de una selección de canciones que nunca decepcionaba.
Todavía uno se estremece al recordar la sintonía creada por Ela O´Farrill para abrir y cerrar el programa:
Tema de A solas contigo - Elena, Luis y Meme
Fue asistiendo a esas sesiones en Radio Progreso que conocí al Meme persona, que era el mismo Meme artista que yo admiraba de lejos. En cuanto comencé a dirigir mis primeros espectáculos teatrales le llamé para que trabajara conmigo en el Musical ("Buenos días, Drácula") y en el Mella (“Un peso de música”).
En el primero recreamos, con la colaboración de Luis García, la idea de “A solas contigo” en el escenario de Consulado y Virtudes. Como no pudimos contar con Elena por no recuerdo cuál motivo, buscamos una sustituta que ocupó muy bien su lugar: Daisy Baró, integrante, con su hermana Marta, del Dúo Las Capella.
OTRO AMANECER
En 1964, la carrera de José Manuel Solís dio un gran giro positivo. Se le podría aplicar aquel dicho muy cubano de “se cayó parriba”.
El cuarteto se había renovado ya que Farah María entró por Moraima -que decidió ser solista- y el santiaguero Miguel Ángel Piña sustituyó a Bobby. Aunque mantenían el repertorio que les había convertido en un referente entre las agrupaciones vocales, Meme puso a funcionar su visión premonitoria y se sacó de la manga unas cuantas baladas suyas y otras ajenas que le proyectaron –y de qué manera- a la conquista del gran público. Imagino que todo comenzó cuando él estrenó su “Otro amanecer”, uno de esos temas que ocuparán siempre un lugar destacado en la historia de la canción cubana. Aún hoy, más de 50 años después de ser oído por primera vez en público, a quienes vivimos aquella época se nos pone la piel de gallina al escuchar “siento que si de mí te alejas, se me acaba la vida, no tengo amanecer”.
Para ver el video, pulsar el siguiente vínculo:
Otro amanecer - Cuarteto de Meme Solís
La idea de incorporar la balada a su repertorio fue la tecla mejor tocada en la vida de Meme. Del 64 en adelante, el modesto y hasta tímido pianista acompañante que llegó de Las Villas conquistó a toda Cuba con la extraordinaria creatividad de su talento, con su simpatía y cercanía, con ese carisma personal que sólo tienen los grandes. Puedo afirmar que, exceptuando a Rosita Fornés, en aquellos años ningún artista nacional consiguió ni de lejos el grado de popularidad y aprobación que Meme y su cuarteto alcanzaron. Donde quiera que se presentaban, llenaban. Desde la popular carpa de la Avenida de Acosta hasta el exquisito cabaret del Hotel Capri pasando por cualquier otro escenario habanero o de provincias, su presencia arrasaba. Las muestras de afecto del público eran constantes. Recuerdo la impresión que me causó ver a una madre en el vestíbulo del Hotel Internacional de Varadero levantando en brazos a su pequeña niña para que Meme la besara. Y eso sólo se hace ante un ídolo.
Para mí, Meme no es un ídolo. Pero sí el icono de una leyenda. Tiene su puesto asegurado en ese altar personal de favoritos donde cada uno de nosotros va colocando a lo largo del tiempo a los artistas que consideramos especiales, ésos que nos proporcionan felicidad y que muy pocas veces nos fallan. En mi caso y sin orden de preferencia, todos mezclados como debe ser: José Antonio Méndez, Rubén Blades, Ñico Rojas, Benny Moré, Elena Burke, Joan Manuel Serrat, la Orquesta Aragón, El Guayabero, Vicentico Valdés, Los Van Van de antes, Tania María, Bola de Nieve, Marco Antonio Muñiz, Irakere, Elis Regina, Tito Gómez, Sonia y Myriam, Antonio Arcaño, Ralph Irizarry, la Orquesta América original, Paquito D’Rivera, Michel Legrand, el Rumbavana de Joseíto González, Albita Rodríguez, Mayito Rivera, Renee Barrios, José María Vitier, Roberto Carlos, Peruchín Jústiz, Carlos Embale, Lucho Gatica, Ernesto Lecuona, Miguelito Cuní con Félix Chappotín, Angá Díaz, Les Luthiers, Antonio Carlos Jobim, Luis Carbonell, Papo Lucca, Marta Valdés, Omar Sosa, Horacio “El Negro” Hernández, New York Voices, Olga Guillot, Pancho Amat, Manolito Simonet, Eladia Blázquez, Los Tres Ases, Luis Salinas, María Bethania, qué sé yo… son tantos.
MUCHO CON DEMASIADO
Les cuento ahora uno de los mejores momentos de mi vida, uno de ésos que no se te olvidan.
Aquella tarde yo estaba en el ensayo de un musical en el Focsa. Creo que era “Música y Estrellas” de Manolo Rifat, del cual yo era asistente de dirección. Meme y su cuarteto eran parte del elenco de ese día. Él ya ocupaba, sin saberlo, su lugar en mi particular conjunto de favoritos, ése del que hablo en el párrafo anterior. Pero no lo sabía. Se produjo un descanso y Meme se me acercó un poco misterioso y me dijo:
-- Pedrazita, ven acá, que queremos enseñarte algo.
Y me invitó a seguirlos por el ancho pasillo que separaba los estudios 17 y 19, donde se amontonaban escenografías y útiles usados y por usar en los programas. Allí había un piano. Él se sentó en la banqueta y los demás le rodearon. Tocó una introducción y Farah María comenzó a cantar, como solista, los dos primeros versos:
Una voz escondida
de pronto es descubierta…
El cuarteto como tal le respondió con las dos siguientes líneas:
Ya se abre la puerta
que cerraba mi vida.
Que montara “Mía la felicidad”, que Meme la considerara con calidad suficiente para incluirla en su exclusivo repertorio, fue para mí mucho con demasiado y un poquito más. Me quedé absolutamente aplastado por una mezcla de sensaciones en las que primaba el regocijo, la alegría en estado puro. Si alguna vez en su vida usted, siendo un autor aficionado y desconocido, escribió una canción y una gran estrella –que es además un compositor de primera línea- se la seleccionó para cantarla, comprenderá perfectamente de lo que estoy hablando, a qué emociones me refiero.
-- Y esto, ¿cómo ha sido? –pregunté, aturdido por el mazazo.
-- Pues me la aprendí oyéndosela a Ela Calvo todas las noches en el Habana Libre –respondió Meme--. Me gusta mucho. Yo pensé que era una balada italiana. Después que la tenía montada, ella me dijo que era tuya. Yo no sabía que tú componías.
Para oír la grabación pulsar cualquiera de los siguientes vínculos:
Mía la felicidad - Los Meme (en www.goear.com)
Mía la felicidad - Los Meme (en myspace)
NO PERSONA
Meme se instaló en el corazón de la gente de tal forma que aún después de varias décadas en las que pasó lo que pasó, los cubanos le siguen admirando y queriendo, le siguen recordando lo suficiente para que un homenaje a su persona y a su música en el Teatro América de La Habana, en enero de 2013, se convirtiese en acontecimiento cultural de carácter nacional.
Desde “Otro amanecer” en adelante pasaron cinco años de aplausos y fama. Hasta que en 1969, Meme decidió disolver su cuarteto y mostrar su intención de abandonar su país en busca de otros horizontes artísticos y personales. Aunque él nunca antes había mostrado su disidencia, ni siquiera una opinión política en público, el sistema establecido por las autoridades cubanas contra los artistas que cometían el pecado de no compartir las ideas del gobierno, se aplicó con saña contra él. Quien se iba era un traidor a la patria, un desertor de un ejército del que curiosamente nunca formó parte. Su música fue prohibida en radio, televisión, discos y espectáculos. Su nombre no se pudo mencionar más en la prensa ni frente a un micrófono. Pasó a ser un paria, un “no persona”.
EL APESTADO
El caso de Meme Solís no fue el primero –ni el último- en que una figura artística fue borrada literalmente del mapa con el propósito de arrancarla de la memoria colectiva de sus compatriotas. Celia Cruz, la Sonora Matancera, Paquito D’Rivera, Leopoldo Fernández, Olga y Tony, Doris de la Torre, Mike Porcel, Julio Gutiérrez, Ela O’Farrill, José Antonio Fajardo y tantos otros que no eran delincuentes sino grandes valores de nuestra cultura fueron suprimidos, anulados, tachados de la isla en que habían nacido y a la que habían entregado su arte.
Pero con Meme se cebaron especialmente. Su ostracismo interior duró nada menos que 18 años, en los que se le negó sistemáticamente el permiso para salir de Cuba. Y hubiese durado más a no ser por las gestiones del presidente español Felipe González. Durante ese largo período tuvo que trabajar en oficios que podían lastimarle sus manos de pianista y recibir humillaciones de parte de funcionarios mediocres y oportunistas que, como personas, no le llegaban a la suela del zapato.
A nosotros, los que trabajábamos en los medios de comunicación, jamás se nos dio una explicación oficial, ni siquiera una que fuese mentira, sobre las razones del prolongado castigo que sufrió Meme. Simplemente, como en otras ocasiones anteriores, se nos bajó la orden de eliminarlo de la programación y ya.
Y lo que es peor, utilizando la presión del acojone ejercido de arriba a abajo y las previsibles terribles consecuencias de perder la confianza del poder, nos hicieron cómplices de aquella canallada. Se nos hizo ver bien claro que si queríamos conservar nuestros puestos de trabajo, la línea a seguir en estos casos era evitar cualquier tipo de relación con el “apestado”. Solamente figuras bien establecidas como la Fornés, la Burke y unas pocas más se atrevieron a mantener su amistad con Meme. Los demás bajamos la cabeza atemorizados, cobardes y miserables, y miramos hacia otro lado como si nada estuviera ocurriendo.
Es cierto que esas conductas de acoso y derribo se han ido suavizando en los últimos tiempos. Ahora, es posible oír alguna vez en la radio cubana a Celia y se permite que alguien interprete en público una canción de las anteriormente prohibidas. Ahora se puede viajar a Miami, actuar allí y regresar sin “señalarse”, sin sufrir el terrible “veto”.
El lazo se ha ido aflojando con la evidente intención de que se pase página en modo disolvencia, de que se olviden los injustificables desmanes del pasado porque, “al fin y al cabo, la situación era la que era, el imperialismo bla bla bla, todos somos cubanos y aquí lo que hay que hacer es mirar al futuro”. Pero echar un poco de tierra mezclada con amnesia para tapar lo que no se puede tapar, no sólo es insuficiente sino, sobre todo, injusto y miserable. La hoy traicionada y desvirtuada Revolución Cubana fue en sus inicios una idea magnífica basada en la justicia social, la libertad y el progreso por la que muchos dieron sus vidas y sus mejores esfuerzos y sacrificios. Pero al amparo y con la excusa de salvar y proteger dicha idea magnífica se crearon, alentaron y aplicaron políticas fascistas. Los responsables y ejecutores de esas vergonzosas prácticas, muchos de ellos vivos aún, le deben una gran disculpa pública a José Manuel Solís y a todos los que como él, sin cometer delito alguno, fueron represaliados sólo por pensar diferente o por desear vivir su vida como y donde les diera la gana.
En mi caso personal, no sé si podré sostenerle la mirada a Meme si algún día nos encontrásemos. Avergonzado, abochornado por haber estado en el bando de los que le ignoramos por miedo, yo que le debo una de las más grandes alegrías de mi vida, le pediré “Perdóneme, Maestro, por favor, perdóneme”. Y esperaré que lo haga para después intentar perdonarme a mí mismo.
(1) Raúl Acosta y su hermana Iselina (“Nina”) cantaban muy bien. Nina integró junto a su esposo Alberto Pujol el prestigioso cuarteto Voces Latinas y posteriormente el dúo Nina y Alberto. Ellos son los padres del actor, compositor y pintor Albertico Pujol. De niños, los dos hermanos Acosta vivieron unos años en Esperanza, Las Villas, mi pueblo, en la época de mi infancia. Su padre Camilo tenía allí una heladería de ésas de las de verdad, de las de antes, de aquellas en que los helados de mango sabían a mango porque Camilo los hacía artesanalmente con mangos de verdad. Raúl fue condiscípulo mío en la escuelita del maestro Pompeyo. Nina era la chiquilla más preciosa que ojos esperanceños hubiesen visto y yo, como todos los chamitas normales de mi entorno, me enamoré perdidamente de ella con ese amor platónico que no fui capaz de confesarle porque tenía siete u ocho años, me pasaba el día mataperreando y no me atrevía a nada que no fuera admirar de lejos la belleza de aquella niña esplendorosa que yo imaginaba que guardaba en sus labios, besitos inocentes con sabor a helado de mango.
(2) Para que disfruten, pulsen en el siguiente vínculo para ver y oír a Luis García sacándole todo el partido posible a “El Día”, del mexicano Luis Demetrio.
El día - Luis García
(3) En los últimos tiempos de su “condena”, Meme se las arregló para dirigir en la sombra, sin que apareciese su nombre, a un nuevo cuarteto llamado Los Cuatro. Seguían el mismo formato: tres chicos y una chica. Sonaban muy bien y eran jóvenes con una actitud muy seria en su trabajo. A poco de conocerles, me dijeron que tenían en su repertorio “Mía la felicidad”. Al acompañamiento rítmico de la primera parte le habían dado un toque de bolero. Pero el arreglo vocal era idéntico al de Los Meme. Aunque, según mi norma, no les permití cantar una obra mía en mis programas, les ofrecí la oportunidad de actuar conmigo con otros números y bien que la aprovecharon porque se convirtieron en populares en poco tiempo.
En estos vínculos se puede oír su versión:
Mía la felicidad - Cuarteto Los Cuatro (en www.goear.com)
Mía la felicidad - Cuarteto Los Cuatro (en myspace.com)
Como una curiosidad incluyo aquí la grabación de “Mía la felicidad” en la que Meme, al piano, y los músicos de su grupo acompañan a Omara Portuondo. Fue realizada en el Estudio 1 de Radio Progreso en fecha indeterminada –calculo que en 1968 o 69- con el objetivo de incluirla en un programa de televisión.
Mía la felicidad - Omara Portuondo con Meme Solís y su grupo (en www.goear.com)
Y Meme, bueno, de él seguiremos hablando dentro de un momento en esta crónica.
Que no se me olvide mencionar a otro excelente participante en el programa: Froilán Amézaga, habitual acompañante de Elena, quien enriquecía el sonido aportando el de su guitarra eléctrica.
Si escuchar por radio “A solas contigo” era una delicia, colarme en sus grabaciones era una posibilidad que tenía por ser empleado de Progreso que yo aprovechaba cada vez que podía. Callado en la semioscuridad de la cabina, disfrutaba de cómo esos monstruos del filin intercambiaban ideas, seguían las indicaciones del Maestro en el reparto de voces, ensayaban –lo imprescindible, hay que decirlo- y una vez encendido el lumínico de “grabando”, llenaban el estudio de emociones a través de una selección de canciones que nunca decepcionaba.
Todavía uno se estremece al recordar la sintonía creada por Ela O´Farrill para abrir y cerrar el programa:
Una melodía nace de lo hondo de mi corazón,
hecha con mi música que es
un poco triste como yo.
Pero déjame advertirte que si me ves llorar,
no es de infelicidad,
es que me emocionas tú.
Pulsar este vínculo para escucharla: hecha con mi música que es
un poco triste como yo.
Pero déjame advertirte que si me ves llorar,
no es de infelicidad,
es que me emocionas tú.
Tema de A solas contigo - Elena, Luis y Meme
Fue asistiendo a esas sesiones en Radio Progreso que conocí al Meme persona, que era el mismo Meme artista que yo admiraba de lejos. En cuanto comencé a dirigir mis primeros espectáculos teatrales le llamé para que trabajara conmigo en el Musical ("Buenos días, Drácula") y en el Mella (“Un peso de música”).
En el primero recreamos, con la colaboración de Luis García, la idea de “A solas contigo” en el escenario de Consulado y Virtudes. Como no pudimos contar con Elena por no recuerdo cuál motivo, buscamos una sustituta que ocupó muy bien su lugar: Daisy Baró, integrante, con su hermana Marta, del Dúo Las Capella.
OTRO AMANECER
En 1964, la carrera de José Manuel Solís dio un gran giro positivo. Se le podría aplicar aquel dicho muy cubano de “se cayó parriba”.
El cuarteto se había renovado ya que Farah María entró por Moraima -que decidió ser solista- y el santiaguero Miguel Ángel Piña sustituyó a Bobby. Aunque mantenían el repertorio que les había convertido en un referente entre las agrupaciones vocales, Meme puso a funcionar su visión premonitoria y se sacó de la manga unas cuantas baladas suyas y otras ajenas que le proyectaron –y de qué manera- a la conquista del gran público. Imagino que todo comenzó cuando él estrenó su “Otro amanecer”, uno de esos temas que ocuparán siempre un lugar destacado en la historia de la canción cubana. Aún hoy, más de 50 años después de ser oído por primera vez en público, a quienes vivimos aquella época se nos pone la piel de gallina al escuchar “siento que si de mí te alejas, se me acaba la vida, no tengo amanecer”.
Para ver el video, pulsar el siguiente vínculo:
Otro amanecer - Cuarteto de Meme Solís
La idea de incorporar la balada a su repertorio fue la tecla mejor tocada en la vida de Meme. Del 64 en adelante, el modesto y hasta tímido pianista acompañante que llegó de Las Villas conquistó a toda Cuba con la extraordinaria creatividad de su talento, con su simpatía y cercanía, con ese carisma personal que sólo tienen los grandes. Puedo afirmar que, exceptuando a Rosita Fornés, en aquellos años ningún artista nacional consiguió ni de lejos el grado de popularidad y aprobación que Meme y su cuarteto alcanzaron. Donde quiera que se presentaban, llenaban. Desde la popular carpa de la Avenida de Acosta hasta el exquisito cabaret del Hotel Capri pasando por cualquier otro escenario habanero o de provincias, su presencia arrasaba. Las muestras de afecto del público eran constantes. Recuerdo la impresión que me causó ver a una madre en el vestíbulo del Hotel Internacional de Varadero levantando en brazos a su pequeña niña para que Meme la besara. Y eso sólo se hace ante un ídolo.
Para mí, Meme no es un ídolo. Pero sí el icono de una leyenda. Tiene su puesto asegurado en ese altar personal de favoritos donde cada uno de nosotros va colocando a lo largo del tiempo a los artistas que consideramos especiales, ésos que nos proporcionan felicidad y que muy pocas veces nos fallan. En mi caso y sin orden de preferencia, todos mezclados como debe ser: José Antonio Méndez, Rubén Blades, Ñico Rojas, Benny Moré, Elena Burke, Joan Manuel Serrat, la Orquesta Aragón, El Guayabero, Vicentico Valdés, Los Van Van de antes, Tania María, Bola de Nieve, Marco Antonio Muñiz, Irakere, Elis Regina, Tito Gómez, Sonia y Myriam, Antonio Arcaño, Ralph Irizarry, la Orquesta América original, Paquito D’Rivera, Michel Legrand, el Rumbavana de Joseíto González, Albita Rodríguez, Mayito Rivera, Renee Barrios, José María Vitier, Roberto Carlos, Peruchín Jústiz, Carlos Embale, Lucho Gatica, Ernesto Lecuona, Miguelito Cuní con Félix Chappotín, Angá Díaz, Les Luthiers, Antonio Carlos Jobim, Luis Carbonell, Papo Lucca, Marta Valdés, Omar Sosa, Horacio “El Negro” Hernández, New York Voices, Olga Guillot, Pancho Amat, Manolito Simonet, Eladia Blázquez, Los Tres Ases, Luis Salinas, María Bethania, qué sé yo… son tantos.
MUCHO CON DEMASIADO
Les cuento ahora uno de los mejores momentos de mi vida, uno de ésos que no se te olvidan.
Aquella tarde yo estaba en el ensayo de un musical en el Focsa. Creo que era “Música y Estrellas” de Manolo Rifat, del cual yo era asistente de dirección. Meme y su cuarteto eran parte del elenco de ese día. Él ya ocupaba, sin saberlo, su lugar en mi particular conjunto de favoritos, ése del que hablo en el párrafo anterior. Pero no lo sabía. Se produjo un descanso y Meme se me acercó un poco misterioso y me dijo:
-- Pedrazita, ven acá, que queremos enseñarte algo.
Y me invitó a seguirlos por el ancho pasillo que separaba los estudios 17 y 19, donde se amontonaban escenografías y útiles usados y por usar en los programas. Allí había un piano. Él se sentó en la banqueta y los demás le rodearon. Tocó una introducción y Farah María comenzó a cantar, como solista, los dos primeros versos:
Una voz escondida
de pronto es descubierta…
El cuarteto como tal le respondió con las dos siguientes líneas:
Ya se abre la puerta
que cerraba mi vida.
Que montara “Mía la felicidad”, que Meme la considerara con calidad suficiente para incluirla en su exclusivo repertorio, fue para mí mucho con demasiado y un poquito más. Me quedé absolutamente aplastado por una mezcla de sensaciones en las que primaba el regocijo, la alegría en estado puro. Si alguna vez en su vida usted, siendo un autor aficionado y desconocido, escribió una canción y una gran estrella –que es además un compositor de primera línea- se la seleccionó para cantarla, comprenderá perfectamente de lo que estoy hablando, a qué emociones me refiero.
-- Y esto, ¿cómo ha sido? –pregunté, aturdido por el mazazo.
-- Pues me la aprendí oyéndosela a Ela Calvo todas las noches en el Habana Libre –respondió Meme--. Me gusta mucho. Yo pensé que era una balada italiana. Después que la tenía montada, ella me dijo que era tuya. Yo no sabía que tú componías.
Para oír la grabación pulsar cualquiera de los siguientes vínculos:
Mía la felicidad - Los Meme (en www.goear.com)
Mía la felicidad - Los Meme (en myspace)
MÍA LA FELICIDAD
Balada. Creada en 1966
Letra y Música: Eugenio Antonio Pedraza Ginor
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Una voz escondida
de pronto es descubierta,
ya se abre la puerta
que cerraba mi vida.
He cambiado el sentido
que le daba a las cosas,
he encontrado el motivo
a las noches hermosas.
Hasta ayer mucho tiempo perdido,
desde hoy hay un sol renacido,
la razón que busqué, la verdad que pedí,
ahora sé que es posible encontrar.
El amor, el amor ha llegado,
las campanas al fin han sonado,
clamaré con mi voz,
todo el mundo sabrá
que ya es mía la felicidad.
Desde entonces la cantaron muchas veces, manteniéndola en el repertorio aún cuando lo renovaron al entrar Héctor Tellez a reemplazar a Raúl Acosta en la voz aguda.
Y la incluyeron, con orquestación de Francisco García-Caturla, en la cara B de un extended play (de aquellos que contenían cuatro temas y se tocaban a 45 rpm) de la EGREM con el número EP-6034, junto a "La orquidea", compuesta por Meme. En la cara A estaban "Por fin te olvidé" de Carol Quintana y "Fue tu bendición", de Meme.
Esa misma grabación de mi canción también apareció, con el código LP-3280 del sello Areíto, de la EGREM, en el último long play del cuarteto publicado en Cuba. Se titulaba "Los Meme" y en sus créditos se leía mi nombre junto a los de autores consagrados como el propio Meme, Carol Quintana y Armandito Larrinaga. Yo estaba tan contento que no me lo podía creer.
NO PERSONA
Meme se instaló en el corazón de la gente de tal forma que aún después de varias décadas en las que pasó lo que pasó, los cubanos le siguen admirando y queriendo, le siguen recordando lo suficiente para que un homenaje a su persona y a su música en el Teatro América de La Habana, en enero de 2013, se convirtiese en acontecimiento cultural de carácter nacional.
Desde “Otro amanecer” en adelante pasaron cinco años de aplausos y fama. Hasta que en 1969, Meme decidió disolver su cuarteto y mostrar su intención de abandonar su país en busca de otros horizontes artísticos y personales. Aunque él nunca antes había mostrado su disidencia, ni siquiera una opinión política en público, el sistema establecido por las autoridades cubanas contra los artistas que cometían el pecado de no compartir las ideas del gobierno, se aplicó con saña contra él. Quien se iba era un traidor a la patria, un desertor de un ejército del que curiosamente nunca formó parte. Su música fue prohibida en radio, televisión, discos y espectáculos. Su nombre no se pudo mencionar más en la prensa ni frente a un micrófono. Pasó a ser un paria, un “no persona”.
EL APESTADO
El caso de Meme Solís no fue el primero –ni el último- en que una figura artística fue borrada literalmente del mapa con el propósito de arrancarla de la memoria colectiva de sus compatriotas. Celia Cruz, la Sonora Matancera, Paquito D’Rivera, Leopoldo Fernández, Olga y Tony, Doris de la Torre, Mike Porcel, Julio Gutiérrez, Ela O’Farrill, José Antonio Fajardo y tantos otros que no eran delincuentes sino grandes valores de nuestra cultura fueron suprimidos, anulados, tachados de la isla en que habían nacido y a la que habían entregado su arte.
Pero con Meme se cebaron especialmente. Su ostracismo interior duró nada menos que 18 años, en los que se le negó sistemáticamente el permiso para salir de Cuba. Y hubiese durado más a no ser por las gestiones del presidente español Felipe González. Durante ese largo período tuvo que trabajar en oficios que podían lastimarle sus manos de pianista y recibir humillaciones de parte de funcionarios mediocres y oportunistas que, como personas, no le llegaban a la suela del zapato.
A nosotros, los que trabajábamos en los medios de comunicación, jamás se nos dio una explicación oficial, ni siquiera una que fuese mentira, sobre las razones del prolongado castigo que sufrió Meme. Simplemente, como en otras ocasiones anteriores, se nos bajó la orden de eliminarlo de la programación y ya.
Y lo que es peor, utilizando la presión del acojone ejercido de arriba a abajo y las previsibles terribles consecuencias de perder la confianza del poder, nos hicieron cómplices de aquella canallada. Se nos hizo ver bien claro que si queríamos conservar nuestros puestos de trabajo, la línea a seguir en estos casos era evitar cualquier tipo de relación con el “apestado”. Solamente figuras bien establecidas como la Fornés, la Burke y unas pocas más se atrevieron a mantener su amistad con Meme. Los demás bajamos la cabeza atemorizados, cobardes y miserables, y miramos hacia otro lado como si nada estuviera ocurriendo.
Es cierto que esas conductas de acoso y derribo se han ido suavizando en los últimos tiempos. Ahora, es posible oír alguna vez en la radio cubana a Celia y se permite que alguien interprete en público una canción de las anteriormente prohibidas. Ahora se puede viajar a Miami, actuar allí y regresar sin “señalarse”, sin sufrir el terrible “veto”.
El lazo se ha ido aflojando con la evidente intención de que se pase página en modo disolvencia, de que se olviden los injustificables desmanes del pasado porque, “al fin y al cabo, la situación era la que era, el imperialismo bla bla bla, todos somos cubanos y aquí lo que hay que hacer es mirar al futuro”. Pero echar un poco de tierra mezclada con amnesia para tapar lo que no se puede tapar, no sólo es insuficiente sino, sobre todo, injusto y miserable. La hoy traicionada y desvirtuada Revolución Cubana fue en sus inicios una idea magnífica basada en la justicia social, la libertad y el progreso por la que muchos dieron sus vidas y sus mejores esfuerzos y sacrificios. Pero al amparo y con la excusa de salvar y proteger dicha idea magnífica se crearon, alentaron y aplicaron políticas fascistas. Los responsables y ejecutores de esas vergonzosas prácticas, muchos de ellos vivos aún, le deben una gran disculpa pública a José Manuel Solís y a todos los que como él, sin cometer delito alguno, fueron represaliados sólo por pensar diferente o por desear vivir su vida como y donde les diera la gana.
En mi caso personal, no sé si podré sostenerle la mirada a Meme si algún día nos encontrásemos. Avergonzado, abochornado por haber estado en el bando de los que le ignoramos por miedo, yo que le debo una de las más grandes alegrías de mi vida, le pediré “Perdóneme, Maestro, por favor, perdóneme”. Y esperaré que lo haga para después intentar perdonarme a mí mismo.
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N O T A S (1) Raúl Acosta y su hermana Iselina (“Nina”) cantaban muy bien. Nina integró junto a su esposo Alberto Pujol el prestigioso cuarteto Voces Latinas y posteriormente el dúo Nina y Alberto. Ellos son los padres del actor, compositor y pintor Albertico Pujol. De niños, los dos hermanos Acosta vivieron unos años en Esperanza, Las Villas, mi pueblo, en la época de mi infancia. Su padre Camilo tenía allí una heladería de ésas de las de verdad, de las de antes, de aquellas en que los helados de mango sabían a mango porque Camilo los hacía artesanalmente con mangos de verdad. Raúl fue condiscípulo mío en la escuelita del maestro Pompeyo. Nina era la chiquilla más preciosa que ojos esperanceños hubiesen visto y yo, como todos los chamitas normales de mi entorno, me enamoré perdidamente de ella con ese amor platónico que no fui capaz de confesarle porque tenía siete u ocho años, me pasaba el día mataperreando y no me atrevía a nada que no fuera admirar de lejos la belleza de aquella niña esplendorosa que yo imaginaba que guardaba en sus labios, besitos inocentes con sabor a helado de mango.
(2) Para que disfruten, pulsen en el siguiente vínculo para ver y oír a Luis García sacándole todo el partido posible a “El Día”, del mexicano Luis Demetrio.
El día - Luis García
(3) En los últimos tiempos de su “condena”, Meme se las arregló para dirigir en la sombra, sin que apareciese su nombre, a un nuevo cuarteto llamado Los Cuatro. Seguían el mismo formato: tres chicos y una chica. Sonaban muy bien y eran jóvenes con una actitud muy seria en su trabajo. A poco de conocerles, me dijeron que tenían en su repertorio “Mía la felicidad”. Al acompañamiento rítmico de la primera parte le habían dado un toque de bolero. Pero el arreglo vocal era idéntico al de Los Meme. Aunque, según mi norma, no les permití cantar una obra mía en mis programas, les ofrecí la oportunidad de actuar conmigo con otros números y bien que la aprovecharon porque se convirtieron en populares en poco tiempo.
En estos vínculos se puede oír su versión:
Mía la felicidad - Cuarteto Los Cuatro (en www.goear.com)
Mía la felicidad - Cuarteto Los Cuatro (en myspace.com)
Como una curiosidad incluyo aquí la grabación de “Mía la felicidad” en la que Meme, al piano, y los músicos de su grupo acompañan a Omara Portuondo. Fue realizada en el Estudio 1 de Radio Progreso en fecha indeterminada –calculo que en 1968 o 69- con el objetivo de incluirla en un programa de televisión.
Mía la felicidad - Omara Portuondo con Meme Solís y su grupo (en www.goear.com)
Elena Burke y Meme Solís cuando actuaban juntos en el Club 21 ////////////////////////////////// LES INVITO A LEER LAS SIGUIENTES PIEZAS DE MI BLOG. ÉSTOS SON SUS ENLACES: El Blog de Pedraza Ginori > CÓMO PASAR UN BUEN RATO CON CARLOS MARX El Blog de Pedraza Ginori > VENGO A VER AL DIRECTOR DE RADIO PROGRESO El Blog de Pedraza Ginori > TRAICIONANDO A CELESTINO /////////////////////////////////
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La empresa norteamericana Create Space / Amazon ha publicado, en formato papel, mis dos libros "Pedraza Ginori Memorias Cubanas". Sus páginas son un compendio de mis experiencias y mis circunstancias, vividas en el mundo de la televisión, los espectáculos, la creación musical, la radio, la publicidad y la prensa. Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales. El Libro 1, “Eugenito quiere televisión”, tiene 342 páginas. El Libro 2, "Quietecito no va conmigo", 362 páginas. Ambos están a la venta en las webs www.createspace.com www.amazon.com www.amazon.es ///////////////// |
Me ha encantado . Estoy llegando a casa , son las dos de la madrugada y estoy leyendo tu blog. Ya Meme no se oía en Cuba cuando yo era un niño. Lo vi hace muchos años en un show en Midtown Manhattan , Ramón Veloz Jr era parte del programa. En realidad no lo recordaba. Fue muy agradable oír su música. Llevé a mi pareja Arthur quien aun vivía y le gustó , creo que más que a mi. Fue a finales de los 80's , pues era cuando yo vivía en Greenwich Village antes de ir a Los Angeles. Esperaba más de Meme , tal vez eso pasa cuando creamos leyendas en nuestras mentes . Totalmente coincido contigo , es un icono , no un ídolo. Gracias por compartir tantas cosas en tu blog. Gracias por mostrarnos parte de la historia . Estoy tan desconectado de la realidad Cubana que es un placer re-encontrarla a través de tus vivencias. Thank you.
ResponderEliminarNo creo que tengas la sensibilidad para entender a un artista como Meme Solis. Tan desconectado de la cultura cubana.
EliminarPedraza:
ResponderEliminarDesde el inicio de mi viaje no puedo abrir mi Yahoo.
Esta bloqueado. Te escibi por Hotmail pero, obviamente,
no es correScta la direccion tuya. Estas por gmail o
por Hotmail? Simon (el guajiro de Quemado)
En que disco de Los Memes esta "Mia la felicidad" ?
ResponderEliminarEs un placer leer tanta historia de nuestra música .Gracias Yin.
Roberto, "Mía La Felicidad" viene en el LD 3280 de Areíto, el mismo que menciona Yin más arriba y tiene la foto de la carátula.
EliminarEn 2010 también sacaron un álbum con 4 discos en Cuba (EGREM CD-0619-4, que se llama igual "Los Meme" y contiene un disco del cuarteto, y el resto es sobre la obra de los integrantes Farah María, Miguel Ángel Piña y Héctor Téllez después de la disolución del cuarteto.
En ese álbum también viene "Mía La Felicidad".
http://www.egrem.com.cu/catalogo/undisco.asp?codigo=CD-0619-4
pedraza ginori fue calidad en la Tv cubana, esas canciones tuyas, quizas pocas pero inolvidables, el escrito q haces es mas q real, yo q vivi toda mi juventud aferrado al arte de meme y de sus meme admiro y doy fe de todo lo q expresas.
ResponderEliminartodo el escrito es maravilloso pero creo q ese hazme la culpa q has hecho y q pocos han tenido el valor de hacer ante meme y ante sus fans q tanto sufrimos la injusticia q le hicierion vivir, le da mas valor a tu escrito.
A Dios gracias, meme trascendio todo aquello y es una figura internacional, ha cantado con todos y de todo, se reencontro con olga, celia, etc y canto junto a libertad lamarque y otras divas. pero sobre todo ha sido reconocido por su pueblo y por los artistas de la isla en el homenaje q le dieron en enero/2103 en lA HABANA, ademas pedraza Meme no tiene odios , no guarda rencores pues Meme es un artista realizado en ambas orillas de la isla, estoy convencido q meme ya te perdono y sus fans te agradecemos por el articulo y por tu sinceridad
Hay que ser muy valiente para decir, me equivoqué y tú lo has hecho Ginori, con eso basta. Pienso que Meme no te guarde rencor (si yo estuviera en ese caso no lo harìa) y prueba de ello es que he llegado hasta tu artículo por él, que lo subió a Facebook. De tu tema nada más que decirte que es bello. Y de mi amigo Meme, no hay que agregar nada, siempre ha sido un excelente artista y una gran persona. Saludos, Alfredo Brito.
ResponderEliminarDesde hoy seguire este blog...el que ha escrito una entrada, tan documentada, tan personal y emocionante, debe hacerlo en todo lo que haga. La cancion la tengo en un disco del Meme que oigo frecuentemente pero no habia 'juntado cabos' y no sabia hasta hoy que el autor es aquel director que vi muchas veces en los creditos de los programas de tv. Mis saludos mas sinceros. Rey Gonzalez
ResponderEliminarMaravilloso escrito, Meme se lo merece. Abrazos a Pedraza y a Meme, el primero por escribir sinceramente, cosa que poco los hacen, y el otro por ser una gloria de Cuba. Abrazos Olga Bustamante
ResponderEliminarMe ha gustado este revivir de este articulo. ¿quien mejor que Pedraza que vivio y apoyaba las expresiones modernas con cierta promesa de expanción con los riesgos que implicaba. Hay muchos mas temas sobre música y arte. Gracias Pedraza
ResponderEliminarQue clase de articulo !!! Resume todo lo que el maestro MEME pasó. Señor mio: hasta los propios integrantes del Cuarteto ( Farah, Hector y Miguel Angel ) fueron obligados a repudiarlo en ese mismo programa A Solas Contigo si querian mantener un trabajo. Yo recuerdo claramente que dijeron algo así: El Sr Meme Solis es un traidor a la patria y los integrantes de su Cuarteto repudiamos su actitud !! Con el tiempo se olvidan las memorias. Dicen que pidieron perdón porque fueron obligados.. esa parte no la se... Pero ahi está MEME, el grande, el mejor y hasta un homenaje en el teatro America despues de tantos años le fue realizado..
ResponderEliminarNO se como llegue hasta aqui, pero me gusta el blog. Me trae recuerdos de mi juventud en Cuba y de Loly Bujan como actriz..
ResponderEliminarEl relato de Meme es increible..me quito el sombrero ante hombres que saben doblar la cabeza y pedir disculpas..creo que todo el que lo lee o lo tiene por amigo estan orgullosos de Ud.
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ResponderEliminarTuve ocasión de trabajar con Pedraza Ginori en el programa Joven Joven. No fui su amigo, pero le vi muchas veces en los colectivos del programa y durante la salida al aire del mismo en vivo cada domingo desde los estudios del Focsa. Un hombre talentoso, tranquilo, que sabía ordenar sin aspavimientos. Lamentoq ue haya tenido que pasar por esa circunstancia ante un grande como Meme Solis, aquien conocí en Miami en una reunión de amigos. Conversamos un rato y supe que su tema Sin un reproche, es un himno y que no solamente sabe perdonas, sino que jamás ha guardado rencores, ni ese tipo de sentimientos en su alma de gran artista. Gracias Ginori por estas palabras. Me encantó leerte en este blog y ojalá la vida nos de la oportunidad de encontrarnos alguna vez. Mil abrazos. Omar Mederos
ResponderEliminarBellisimo articulo!! Cuanta humillacion se ha tenido que pasar en nuestro pais! Cuanta brutalidad e insolencia de ese regimen! Que tristeza!! Yo hubiera jurado que el maestro Meme habia salido de Cuba mucho antes. Naci en el 65 y en mi casa se pronunciaba su nombre en voz baja y mi madre conservaba sus discos, tambien de Luisa Maria Guell y muchos mas. No hay explicacion para tanta bajeza! Injusticia para quien se iba e injusticia para quien era obligado a actuar contra sus amigos. Gracias Señor Ginori por conducirnos por el camino de una parte de nuestra historia con mano sabia y con humildad de corazon!
ResponderEliminarLindas versiones de Mia la Felicidad incluso con Meme y otras voces, pero como la de LOS MEME: Meme, Hector, Farah y Miguelito..NUNCA !!! Aquella version de A Solas Contigo solamente con piano es de ERIZAR LA PIEL !!
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ResponderEliminarMaestro muchisimas gracias por tantos datos precisos que nos ofrece en esta historia de exito y tristeza, tambien gracias por su honestidad. Personalmente no tuve la dicha de escuchar y ver a los Memes ya que naci en 1967 pero los tuve todo el tiempo gracias a un disco que mi mama conservo y nunca dejo de poner, ella fue la que siempre me hablo del cuarteto a tal punto que yo me atrevia a hablar de ellos como si los hubiera conocido, a Meme lo vi un dia en la Habana alla por el 1984 cuando era estudiante de la ENA y antes de el salir de Cuba y tuve deseos de acercarme y hablarle pero me senti intimidado al saber de su genialidad porque aun el seguia siendo una figura de alto calibre para su pueblo o mejor dicho nunca lo dejo de ser, una vez mas gracias por su aporte a la ensenanza de los jovenes en el conocimiento de su cultura y raices.
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Ud. Pedraza Ginori, además de ser una gloria de la TV cubana, de esas que a veces solo salen en los créditos, pero indudablemente parte determinante en el éxito de un programa, Ud. es además, en mi modesto criterio, un caballero. Yo desde la primera vez que oí a Los Meme, allá por 60s, me convertí en admirador de su música. Es una realidad que además del talento individual de cada uno de los integrantes del cuarteto, el papel de Meme fue fundamental para su éxito. Desde entonces oigo sus canciones, con el tiempo, al placer de escuchar esa música romántica, se ha ido sumando una dosis de nostalgia. Como Ud. creo en la libertad de opinión, y en el derecho de cada ser humano a vivir donde desee. Ahora que he leído varios de sus escritos en este blog, le admiro más y, ¿por que no? aprovecho este espacio para ratificar mi respeto y admiracion por el maestro Meme Solís. Yo, como Uds., tambien escogí vivir fuera de Cuba.
ResponderEliminarAlguien de la época podría aportarme acerca de saber de uno de los cantantes del cuarteto Meme y los cuatro, ella es Rosa Emelina Sanchez. Aun canta y lo hace muy bello. La he escuchado muchísimas veces, es excelente y reconoce que todo lo aprendió con su maestro Meme Solis. Quisera saber porque ella no es mencionada en las resenas historicas del cuarteto. Mil gracias por el aporte.
ResponderEliminarconoci a ernesto marin en santiago de cuba por los años 1968 y no supe más. Como hacer para conectar con él. Gracias. Excelente artículo, mis felicitaciones
ResponderEliminarUy
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