GIROVAGANDO
Andábamos por 1966. Si eras empleado de la casa, como yo lo era, podías entrar y salir de los edificios de la TV Cubana sin dificultad alguna. No era necesario siquiera mostrar un carné.
Los artistas e invitados que participaban en los programas –incluso sus acompañantes-, pasaban sin problemas a los estudios, simplemente diciéndoles al miliciano de la entrada algo tan simple como “Buenas tardes, voy a Música y Estrellas”.
En las puertas de P y 23, Mazón y San Miguel, Radiocentro y el Focsa no existían aún las inflexibles listas de seguridad que años después convertirían a las instalaciones del ICRT en fortalezas inaccesibles para quienes no aparecieran en ellas.
Mi situación personal de entonces -vivía solo-, me permitía moverme a mi antojo. Con frecuencia aprovechaba mi tiempo libre para asistir a los ensayos y transmisiones de los musicales. Porque me gustaba el ambiente desenfadado que se respiraba en ellos y porque siempre se aprendía algo viendo trabajar a maestros como Manolo Rifat, Joaquín M. Condall, Amaury Pérez y Ernesto Casas.
Ahora que podía, andaba constantemente merodeando –“girovagando” se decía- por los estudios, cabinas, camerinos y pasillos. Además, éstos eran sitios ideales para establecer contactos con artistas y técnicos.
ELA
Aunque la cantante Ela Calvo (1) seguía siendo considerada por la mayoría del público como intérprete de filin y seguía moviéndose dentro de ese estilo, desde hacía tiempo había estado incorporando a su repertorio algunas baladas que, bien interpretadas, le estaban dando buenos resultados de proyección artística. (2)
Ela era una figura habitual en la televisión así que, de vernos una y otra vez, nos hicimos “conocidos”, una categoría de relación personal de poca profundidad, común en los ambientes del artisteo y la música, en la que podemos ubicar a quienes se saludan cordialmente al encontrarse, intercambian frases, comentarios y poco más. (3)
Un domingo, al terminar la transmisión en vivo de un “Álbum de Cuba” en el que ella había actuado, nos metimos en un estudio vacío de radio en el primer piso de M y allí tuve el atrevimiento de enseñarle una balada con música y letra mías. El título, “Mía la felicidad”, era el verso final del texto.
Por cierto, para mostrársela tuve que cantársela sin acompañamiento porque yo no sabía -ni sé áun- tocar instumento musical alguno.
Hacía poco yo había pasado un fin de semana interesante en Varadero y regresado a La Habana con la inspiración a flor de piel, así que la compuse en una o dos tardes siguiendo el esquema AABB habitual en ese tipo de canción o sea, dos melodías distintas pero complementarias, la primera para las dos estrofas iniciales y la segunda para las dos finales.
Afortunadamente para mí, que sólo era un simple autor aficionado sin historial reconocido alguno, a Ela le gustó mi obra y poco después comenzó a cantarla.
La grabación de Ela Calvo contó con una orquestación de Francisco García-Caturla y la pueden escuchar pulsando cualquiera de los vínculos siguientes:
Andábamos por 1966. Si eras empleado de la casa, como yo lo era, podías entrar y salir de los edificios de la TV Cubana sin dificultad alguna. No era necesario siquiera mostrar un carné.
Los artistas e invitados que participaban en los programas –incluso sus acompañantes-, pasaban sin problemas a los estudios, simplemente diciéndoles al miliciano de la entrada algo tan simple como “Buenas tardes, voy a Música y Estrellas”.
En las puertas de P y 23, Mazón y San Miguel, Radiocentro y el Focsa no existían aún las inflexibles listas de seguridad que años después convertirían a las instalaciones del ICRT en fortalezas inaccesibles para quienes no aparecieran en ellas.
Mi situación personal de entonces -vivía solo-, me permitía moverme a mi antojo. Con frecuencia aprovechaba mi tiempo libre para asistir a los ensayos y transmisiones de los musicales. Porque me gustaba el ambiente desenfadado que se respiraba en ellos y porque siempre se aprendía algo viendo trabajar a maestros como Manolo Rifat, Joaquín M. Condall, Amaury Pérez y Ernesto Casas.
Ahora que podía, andaba constantemente merodeando –“girovagando” se decía- por los estudios, cabinas, camerinos y pasillos. Además, éstos eran sitios ideales para establecer contactos con artistas y técnicos.
ELA
Aunque la cantante Ela Calvo (1) seguía siendo considerada por la mayoría del público como intérprete de filin y seguía moviéndose dentro de ese estilo, desde hacía tiempo había estado incorporando a su repertorio algunas baladas que, bien interpretadas, le estaban dando buenos resultados de proyección artística. (2)
Ela era una figura habitual en la televisión así que, de vernos una y otra vez, nos hicimos “conocidos”, una categoría de relación personal de poca profundidad, común en los ambientes del artisteo y la música, en la que podemos ubicar a quienes se saludan cordialmente al encontrarse, intercambian frases, comentarios y poco más. (3)
Un domingo, al terminar la transmisión en vivo de un “Álbum de Cuba” en el que ella había actuado, nos metimos en un estudio vacío de radio en el primer piso de M y allí tuve el atrevimiento de enseñarle una balada con música y letra mías. El título, “Mía la felicidad”, era el verso final del texto.
Por cierto, para mostrársela tuve que cantársela sin acompañamiento porque yo no sabía -ni sé áun- tocar instumento musical alguno.
Hacía poco yo había pasado un fin de semana interesante en Varadero y regresado a La Habana con la inspiración a flor de piel, así que la compuse en una o dos tardes siguiendo el esquema AABB habitual en ese tipo de canción o sea, dos melodías distintas pero complementarias, la primera para las dos estrofas iniciales y la segunda para las dos finales.
Afortunadamente para mí, que sólo era un simple autor aficionado sin historial reconocido alguno, a Ela le gustó mi obra y poco después comenzó a cantarla.
MÍA LA FELICIDAD
Balada. Creada en 1967
Letra y Música: Eugenio Antonio Pedraza Ginori
Una voz escondida
de pronto es descubierta,
ya se abre la puerta
que cerraba mi vida.
He cambiado el sentido
que le daba a las cosas,
he encontrado el motivo
a las noches hermosas.
Hasta ayer mucho tiempo perdido,
desde hoy hay un sol renacido,
la razón que busqué, la verdad que pedí,
ahora sé que es posible encontrar.
El amor, el amor ha llegado,
las campanas al fin han sonado,
clamaré con mi voz,
todo el mundo sabrá
que ya es mía la felicidad.
Balada. Creada en 1967
Letra y Música: Eugenio Antonio Pedraza Ginori
Una voz escondida
de pronto es descubierta,
ya se abre la puerta
que cerraba mi vida.
He cambiado el sentido
que le daba a las cosas,
he encontrado el motivo
a las noches hermosas.
Hasta ayer mucho tiempo perdido,
desde hoy hay un sol renacido,
la razón que busqué, la verdad que pedí,
ahora sé que es posible encontrar.
El amor, el amor ha llegado,
las campanas al fin han sonado,
clamaré con mi voz,
todo el mundo sabrá
que ya es mía la felicidad.
La grabación de Ela Calvo contó con una orquestación de Francisco García-Caturla y la pueden escuchar pulsando cualquiera de los vínculos siguientes:
Para mi satisfacción, “Mía la felicidad” se convirtió pronto en una de las imprescindibles del repertorio de Ela, quien, al ver la positiva acogida del público, la interpretaba en todas sus actuaciones de televisión, teatros y cabarets -producción estelar de Tropicana incluida-.
UN TERRENO PELIGROSO
El apoyo de una cantante reconocida como lo era Ela, fue fundamental en el éxito que alcanzó mi balada y logró que algunos empezaran a tomarme en cuenta como autor (4). Algunos cantantes se me acercaron para pedirme estrenar mis obras pero, aunque yo seguí haciendo canciones, en general me resistía a entregarlas.
Alternar dos carreras como la de autor musical y la de director de televisión era transitar por un terreno peligroso. Era muy difícil mantener el equilibrio entre una cosa y la otra. Nunca podía saber cuando un intérprete estaba realmente interesado en una canción mía y cuando, al decirme que la quería cantar, en realidad me estaba pidiendo trabajo en mis programas. (5)
La solución que encontré fue priorizar mi trabajo de director y abordar la creación musical como un hobby, como algo secundario. Una vez tomada esa decisión, me impuse una estricta pauta: que en mis programas y espectáculos no se cantaran mis obras. Es cierto que hubo alguna que otra ocasión en que tuve que incumplir dicha autoprohibición. Pero cuando ocurrió, siempre la infracción estuvo muy bien justificada por motivos puramente artísticos. Tengo la conciencia tranquila.
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N O T A S
(2) Aunque ya en los años 50, Los 5 Latinos, Monna Bell, Luis Aguilé, Luis Bravo y otros intérpretes habían pegado algunas baladas románticas en Cuba, las décadas de los 60 y 70 constituyeron la gran época de este género en nuestro país.
Numerosos creadores cubanos pusieron su talento al servicio de las baladas, componiendo obras de gran calidad que nutrieron el repertorio de nuestros cantantes y alcanzaron gran popularidad. Entre dichos autores hay que destacar a Meme Solís (“Otro amanecer”), Piloto y Vera (“Perdóname, conciencia”), Rubén Rodríguez (“Todo eso eres”), Olga Navarro y Fernando Mulens (“Estoy aquí de pie”), Jorge Estadella (“Voy a ser feliz”), Armando Larrinaga (“Hoy por hoy soy feliz”), Carol Quintana (“La razón de sufrir), Teresita Herrera (“Ser”) y Sarita Santana "Pequeños detalles".
(3) “Conocidos” y “amigos” eran y son dos estados distintos. En entornos como el del artisteo o el de la música en que yo me desenvolvía, lo normal era que uno tuviera muchos conocidos y sólo unos cuantos amigos.
(4) Ela Calvo me cantó tiempo después “La pared”, cuya grabación incluí en la entrada del blog titulada "La gran aventura de Tomás Morales". Si desean escucharla, pulsen el siguiente enlace:
(5) A lo largo de mi carrera en radio, televisión y espectáculos, conocí algunos autores con cargos de directores, productores y dirigentes que, abusando de un cierto grado de poder, tuvieron la desfachatez de entrar en el perverso jueguito de “tú me cantas mi canción y yo te programo o te resuelvo un problema”.
Desgraciadamente, hubo intérpretes que, por su mínimo concepto ético de lo que debe ser un artista o por cubrir necesidades materiales, se prestaron a entrar en esa cadena de oscuros favores que siempre me ha parecido indecente y, en algunos casos, hasta repugnante.
Desgraciadamente, hubo intérpretes que, por su mínimo concepto ético de lo que debe ser un artista o por cubrir necesidades materiales, se prestaron a entrar en esa cadena de oscuros favores que siempre me ha parecido indecente y, en algunos casos, hasta repugnante.
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LES INVITO A LEER LAS SIGUIENTES PIEZAS DE MI BLOG.
ÉSTOS SON SUS ENLACES:
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La empresa norteamericana Create Space / Amazon ha publicado,
en formato papel, mis dos libros "Pedraza Ginori Memorias Cubanas".
Sus páginas son un compendio de mis experiencias y mis circunstancias, vividas en el mundo de la televisión, los espectáculos, la creación musical,
la radio, la publicidad y la prensa.
Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
El Libro 1, “Eugenito quiere televisión”, tiene 342 páginas.
El Libro 2, "Quietecito no va conmigo", 362 páginas.
Ambos están a la venta en las webs
www.createspace.com www.amazon.com www.amazon.es
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la radio, la publicidad y la prensa.
Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
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Hola Pedraza,con mucho placer he disfrutado la lectura de tu blog, me has transportado a algunas épocas de mi vida en Cuba que recuerdo con mucha nostalgia..Ha sido una gran alegría leerte y un privilegio escribirte y saber que aun sigues siendo ese talentoso hombre de letras y de cámaras...
ResponderEliminarMe llamo Ramon y por casualidades de la vida ahora me encuentro trabajando con una persona que te tiene un amor incondicional,me refiero a Mirtha..Ella siempre tienes palabras cariñosas para contigo..Me pregunto si escribiras algo sobre ella,nos ayudaría a enriquecer su biografia y conocer un poco mas sobre el trabajo que hicieron juntos en Cuba...Un abrazo
Hola ; Me llamo Elsa y soy maestra. compañera de tu trabajo de tu prima Nancy Rodriguez Ginori . Tambien di clases a uno de tus hijos, que venia del Pais Vasco y en La Habana( Cotorro) un familiar de Loly , lo llevó para la escuela donde yo trabajaba. Tus programas y los de Loly no me los perdía por nada . Felicidades .
ResponderEliminarHola, Elsa:
EliminarGracias por tus amables palabras. Si tienes cuenta en Facebook dime cual es el nombre completo para contactar contigo. La mía es Yin Pedraza Ginori.
Saludos
Ginori
Tu modestia como siempre... Me encanto la historia tuya con Ela..
ResponderEliminartambien conocia las caracteristicas de Ela.. muy bien disenadas por ti... Pero jamas conocer tus dotes de compositor... Me ha impresionado... ha sido un regalo leer... estas cosas. un saludo..
ginori a ela la conoci cantando en la cafeteria de Tropicana, ya te explicaba q estaba becado en belen y los domingos antes de entrar en la noche a la beca iba a la cafeteria, estelar cafeteria y estelar cancionera, me extasiaba escuchandola.
ResponderEliminarya mas tarde su Carrera fue impresionante, una de las q mas participo en festivals y en giras internacionales, una diva, mucho tiempo en los cabaret junto a meme.
no recordaba "mia la felicidad" en su voz, gran arreglo y excelente interpretacion, ela es una de las grandes voces de cuba y muy decente y muy ella, no se parece a nadie, saludos y felicidades por esa composicion q despues la retomo el monstruo y la llevo al plano de las estelares con los meme