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martes, 17 de marzo de 2015

CIFU, EL JAZZ Y EL OPORTUNISTA DESLEAL

EN MEMORIA DE JUAN CARLOS CIFUENTES (CIFU)
    La nota de prensa decía:
    Juan Claudio Cifuentes, Cifu, ha fallecido este 16 de marzo de 2015 en Madrid a los 74 años a causa de las complicaciones derivadas de un derrame cerebral. Cifu presentaba ‘Jazz porque sí’ de Radio Clásica desde el año 1998. El espacio ha estado saliendo desde 1971 de manera ininterrumpida en diferentes emisoras y era el programa que más tiempo llevaba emitiéndose en la radio española con el mismo presentador: 44 años.
    Además, era también el director y presentador de ‘A todo jazz’ en Radio 3 los fines de semana. Radio Clásica ha levantado su programación habitual para homenajear a Cifu programando jazz durante todo el día y Radio 3 ha emitido una programación especial en directo con intervenciones de todos los presentadores de la cadena que más le han conocido a lo largo de este tiempo. ‘Las mañanas’ de Radio Nacional de España ha abierto un libro de condolencias sonoro en el que participan los oyentes.
    El 6 de febrero pasado Cifu fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y en 2010 obtuvo un Premio Ondas por su labor de difusión y divulgación del jazz.
    Su afición musical comenzó desde niño y pronto empezó a escribir artículos para la revista Aria Jazz, lo que le convierte en uno de los pioneros en la prensa jazzística española. Llevaba vinculado al mundo musical desde mediados de la década de los 60, cuando comenzó a trabajar en la industria discográfica. También escribió la primera “Guía profesional del jazz en España”.
    Para él su trabajo no era una profesión, "porque no la enseñan en ninguna facultad", decía, sino su pasión. Su motivación era la "curiosidad infinita", leer todos los libros de jazz que pasaban por sus manos y escuchar "todos los discos que puedas comprarte". Porque siempre fue partidario de tener los discos físicamente.
    Cifuentes también pasó por las cámaras de Televisión Española. Lo hizo con ‘Jazz entre amigos’, un espacio que estuvo en antena durante siete años en La 2, un programa mítico, cuya cabecera y sintonía pertenecen al imaginario colectivo de los aficionados al jazz de nuestro país. Por allí desfilaron las grandes figuras del jazz de todo el mundo a lo largo de más de 300 programas que aún se conservan en el archivo de RTVE.


    Hasta aquí la noticia que daba cuenta del fallecimiento de Cifu, una de las grandes personalidades de la radio en España.

NI EXPERTO NI FANÁTICO
    A mi me gusta el jazz. No soy un experto ni un fanático pero lo vacilo.
    Allá por los primeros años 50, cuando vivía mi adolescencia en Esperanza, mi pueblo natal de Las Villas, descubrí un programa dedicado al jazz que salía por una emisora local cienfueguera. Lo presentaba Charles Pedraza, un señor al que jamás tuve la oportunidad de ver y del que siempre me quedó la duda de si era pariente mío. El hombre era una enciclopedia jazzística y fue la persona que con sus discos y comentarios me inició en ese género.
    Recuerdo que una de sus características era hablar encima de la música, avisando a los oyentes cuando comenzaba un solo y señalando aspectos interesantes der las interpretaciones.

EL GRAN HORACIO
    Años después, ya en La Habana, oí muchas veces el programa radial del gran Horacio Hernández antes de conocerle en persona, hecho que ocurrió cuando me matriculé en un curso de apreciación del jazz que él ofreció en la Casa de las Américas.
    Horacio, uno de los artífices del Club Cubano de Jazz que tantas descargas y actividades organizó, sabía del tema muchísimo, recordaba con precisión un sinfín de hechos, nombres y fechas. Sus clases eran muy amenas porque en ellas, además de hacernos escuchar discos y explicarnos el intríngulis de lo que oíamos, nos contaba sabrosas e interesantes anécdotas.
    La muerte, que en general es una cabrona, no le permitió disfrutar de la triunfante carrera internacional de su hijo Horacio “El Negro” Hernández, quizás (y sin quizás) el mejor baterista que haya producido Cuba y uno de los mejores del universo universal.

DESPUÉS DE CHARLES Y HORACIO, EL CIFU
    Cuando llegué a España en 1992 me volví a empatar con Juan Carlos Cifuentes, con quien tuve la satisfacción de trabajar en La Habana en el 86. Cifu, que para mí era el Horacio español, mantenía un programa radial sobre jazz y yo lo escuchaba a menudo. De hecho, nunca le perdí la pista y lo seguí oyendo a cada rato a lo largo de los años, hasta el presente.

ADEMÁS DE JJ, EL JAZZ
    Yo estaba haciendo el dominical “Joven Joven” en febrero de 1986, cuando en el Departamento de Musicales de TV Cubana me seleccionaron para dirigir las grabaciones y transmisiones del Festival de Jazz Plaza de aquel año.
    El primer concierto lo grabé la noche del lunes 17 de febrero en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba. Actuaron los siguientes artistas:
Zbiegniew Nawilosky (Polonia)
Ensemble IV dirigido por Dagoberto González (Cuba)
Emiliano Salvador y su grupo (Cuba)

    Mi encargo incluía atender a un español que dirigía y presentaba un programa titulado “Jazz entre amigos” en Televisión Española, que estaba en La Habana para cubrir el evento y con el que yo, me dijeron, debía colaborar al máximo para facilitarle su trabajo.
    La primera vez que nos vimos me dijo que su apellido era Cifuentes pero que todo el mundo le llamaba Cifu. Era un tipo fácil y nos llevamos muy bien desde que nos conocimos.
    Con él trabajé intensamente por las mañanas y las tardes de los días 19 y 20 de febrero, en jornadas agotadoras grabando de corre corre presentaciones y entrevistas en diferentes locaciones habaneras.

Felipe Dulzaides

    Cifu mostró gran interés en encontrarse con el pianista Felipe Dulzaides, figura importante en la historia del jazz criollo, alguien que por entonces estaba prohibido en la televisión. Así que nos fuimos al apartamento de Felipe en el Nuevo Vedado y le filmamos un material muy valioso en el que no sólo habló sino que se animó a tocar el piano, cosa ésta que hacía trabajosamente ya que convalecía de una seria enfermedad.

    En exteriores, de los que recuerdo el Malecón y el Paseo del Prado, le grabé a Cifu varias presentaciones e intervenciones habladas para su programa.
    Como si todo esto fuese poco, por las noches de esos días yo me metía en la unidad de control remoto para grabar íntegros los interminables conciertos que se presentaban en el patio de la Casa de la Cultura del municipio Plaza de la Revolución, con la participación de estos intérpretes:
 

De Cuba
  Arturo Sandoval y su grupo
    Los Irakere
      Pucho López y su grupo
        Grupo Expresión
          Grupo Fervet Opus (Camagüey)
            Gonzalo Rubalcaba y su grupo 
De USA
    Dizzy Gillespie y Leon Thomas
De Checoslovaquia
      Peter Lipa

SEPULTADO EN VIDEO TAPE
    En los siguientes días, me entregué durante largas sesiones a la búsqueda y selección de materiales de músicos cubanos de jazz en la videoteca de TV Cubana para que Cifuentes, que se los iba a comprar al ICRT, se llevara las copias.
    A estos videos, añadí grabaciones de una sección titulada “El jazz en Cuba” que yo había incorporado al programa “Y algo más” y en las que aparecían Maggie Prior, Mayra Caridad Valdés, Arturo Sandoval y las actividades de la Peña del Jazz dirigida por Gilberto Torres, con sede en la casa de éste en Martí y Arnao, Arroyo Apolo.
    Como había urgencia ya que Cifu se marcharía de Cuba poco después, todo el trabajo lo tuve que hacer en muy poco tiempo, apenas una semana. Para mí resultó un verdadero machaque, del que terminé exhausto.

ALMORZANDO CON CIFU
    El grupo nuestro incluía a la productora Loly Torriente y creo recordar que el camarógrafo era Ignacio Ínsua. Durante su estancia en Cuba, entre grabación y grabación, nosotros almorzamos dos o tres veces con el presentador español en el restaurante del Hotel Nacional de Cuba, donde se alojaba. Siempre estuvo presente alguien del Departamento de Relaciones Exteriores del ICRT. En una de aquellas ocasiones, Cifu me dijo que le había gustado mi forma de trabajar.
    -- Tú me has dirigido, me has interrumpido varias veces corrigiéndome errores y en España nadie lo hace.
    Y me invitó a viajar a Barcelona para trabajar con él en próximas semanas en la edición de todo el material que se llevaría. Posteriormente, me consta que planteó oficialmente mi invitación al ICRT.
    Yo, como es natural, me puse de lo más contento. Un fasten a la Madre Patria, donde nunca había estado, pintaba como un vacilón.
    En el último de aquellos almuerzos, me llamó la atención la presencia en la mesa de un compañero mío, director de programas, al que llamaremos “El Oportunista Desleal”.
    Mientras comimos, el tipo apenas habló pero, conociéndole sus antecedentes, me inquietó que estuviera allí y que le presentaran a Cifuentes.

EN UN FINAL, GANDINGA
    Para no cansarles, cuando llegó el momento de montarse en el avión, el que viajó a España no fui yo, que no era confiable para viajar a un país capitalista, sino “El Oportunista Desleal”, que no había dado ni un palo al agua en todos aquellos días en que me sudé el agotador maratón de trabajo destinado a “Jazz entre amigos”.

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en formato papel, mis dos libros "Pedraza Ginori Memorias Cubanas".
Sus páginas son un compendio de mis experiencias y mis circunstancias, vividas en el mundo de la televisión, los espectáculos, la creación musical,

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Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
El Libro 1, “Eugenito quiere televisión”, tiene 342 páginas. 

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2 comentarios:

  1. La anécdota final es así: siempre viajaban los oportunistas desleales. Recuerdo los programas de Cifuentes : maravillosos. El que hacía Horacio en CMBF era una cátedra. Y el grupo es Fervet Opus, que dirigía Gabrielito Hernández, tremendo pianista. Saludos y gracias por recordar a ese grande del jazz.

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  2. Hey, Humbe, tú por aquí, un abrazo, hermano.
    Pedraza, qué bien verle ya más recuperado y contando sus experiencias nuevamente; qué suerte la nuestra; hasta conoció “al Cifu”. ¡Dios!!!
    Yo, soy de los que por lo que sea y en gran medida (vaya miseria de vida…), mediando “la suerte” (vaya cosa…), pude salir, viajar fuera de Cuba (seguramente también soy, cómo no, un gran oportunista (quién no lo era en Cuba; igual sectario), además de auxiliar de limpieza y otras caretas disponibles). No conocía a este maestro y gracias a la señal, la sintonía de Radio 3, aquí en Europa, pude disfrutar y aprender mucho de él. Una vez, iluso…, pues pensé (sólo lo soñé) en hablar con él, y hasta llegar a obtener una muestra en audio de ello. Me habría gustado, más que nada, que me contara de su paso por “Hispavox”, esa factoría para mí, mítica, y sobre todo, su impresión de aquellas leyendas..., “Rafael Trabucchelli y Waldo de los Ríos” y su manera de producir… No lo he comprobado, pero creo que aquellos estudios ya ni existen en Torrelaguna… En fin… No hay nada más bello, reconfortante (…) que ser recíproco, justo, si toca en esta vida, más allá de los supuestos…, ciertos prejuicios, nuestra siempre a mano capacidad de sospechar y vilipendiar todo lo que nos resulta raro, intrusivo, “faltoegüara” o alejado de “nuestros círculos de confort”… Yo, no puede grabar “al Cifu”, además habría sido difícil seguro…, pero bien… Es una pena que… tanto conocimiento “desaparezca” (¿no; a dónde van si nos los compartimos sana y desinteresadamente?) Es una mierda que gente así "se pire", sin más… jode… No sé… Un abrazo a los dos, Humberto Manduley y Pedraza Ginori (muchas gracias por contarnos estas cosas). Suerte con esa vida.

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