Si exceptuamos al General que perdió la Batalla del Vaso de Leche (que es quien realmente corta el bacalao), las personas que integran el Buró Político del Partido Comunista, son las que más poder tienen en Fracasilandia. Y como ha sido costumbre durante 62 años en el régimen castrista, el poder va asociado a los privilegios.
Todos ellos han vivido en Siboney, Miramar, La Coronela, El Country y otras zonas residenciales de La Habana. Allí, disfrutando de buenas casas, aire puro, tranquilidad y piscinas, sin apagones ni molestas libretas de abastecimientos, han podido descansar sin problemas tras las duras jornadas de trabajo en las que toman las decisiones que conducirán al pueblo al futuro luminoso que el Comandante en Jefe prometió y no pudo cumplir por falta de tiempo.
Pero la vida no es perfecta. Llegó el 11 de julio de 2021 y la masa, machacada hasta los huevos y ovarios, se tiró a la calle. Y en las altas instancias sonaron las alarmas. Alguien (quizás el Presi SinCasa con su perspicacia habitual), analizando la situación, observó que las protestas habían sido más fuertes en los olvidados barrios marginales, donde malviven los chusmas delincuenciales en condiciones terribles de promiscuidad e insalubridad.
Había que tomar medidas urgentes, porque las piscinas de los dirigentes estaban en peligro. Y de corre corre se aprobó un plan de mejoras de los barrios que estaban en candela, que en la terminología oficial dejaron de pronto de ser marginales para ser llamados “zonas en situación de vulnerabilidad”.
Granma, Cubadebate y el Noticiero de TV fueron encargados de dar bola a lo que se hizo. En solo unas cuantas semanas se pavimentaron calles, se construyeron minicasitas (módulos habitacionales les llamaban), parquecitos y aceras, se rellenaron las zanjas pestilentes, se techaron los bajareques, se tendieron líneas eléctricas, en fin…
El Presi Ñato, acompañado de su corte de camarógrafos y periodistas mansos, recorrió con aire triunfal aquellos lugares que, por la magia de la revolú, habían dejado de ser peligrosos, insalubres y desfavorecidos para convertirse en los mejores sitios para residir en todo el perímetro de la capital.
Los miembros del Buró Político en su más reciente reunión, han decidido por unanimidad abandonar sus mansiones e irse con sus familiares a vivir en las nuevas casitas de bloques, tan monas ellas, que la revolú ha construido en los barrios que, gracias al irrevocable socialismo, ya no son ni marginales ni vulnerables.
En un fragmento del video de dicha reunión que se ha filtrado, se ve cómo el locuaz Esteban Lazo dice “Tiene la palaba er compañero Primel Ministo” y enseguida Marrero interviene para argumentar lo siguiente:
– Camaradas, tengan en cuenta que ahora El Fanguito o La Güinera están mucho mas habitables que La Coronela y, además, con ese gesto daremos un palo político: si nos mudamos para allí, los mercenarios al servicio de la CIA no podrán acusarnos de privilegiados.
En el gráfico que ilustra esta pieza se señalan, uno por uno, dónde vivirán, a partir de la semana próxima, los poderosos que gobiernan Fracasilandia. El General que perdió la Batalla del Vaso de Leche, para no ser menos, también se mudará junto a la chusma, pero no se ha revelado su nuevo destino por razones de seguridad. Aunque como él siempre tira para Oriente, tiene visos de creíble el rumor que corre por Santiago de Cuba, el que asegura que su destino será el barrio de Los Hoyos.
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