En las más
recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, las de diciembre
de 2020, un grupo de altos dirigentes de la rama económica del gobierno se encargaron de dar a conocer las
características de la llamada Tarea Ordenamiento. Lo hicieron de forma tan compleja, con
tantas cifras, tecnicismos y conceptos enrevesados, que ni los diputados
asistentes (*) ni el público que seguía sus comparecencias por televisión
entendieron de qué iba el asunto.
De eso precisamente se trataba, de colarle
a la gente, como el que no quiere la cosa, el anuncio de que vivir en Cuba en
los años próximos se va a poner peor aún de lo que ya está en 2020. Los que
hicieron uso de la palabra demostraron que embarajar se les da de maravilla.
Tan es así que, como premio por su excelente desempeño ante los micrófonos, la
alta jerarquía del partido y el gobierno han decidido que sean ellos, buenos
representantes de la cúpula que vive del cuento, los nuevos intérpretes de los
principales personajes del popular programa de televisión “Vivir del Cuento”.
A
partir del primer lunes de enero, Marino será Pánfilo, Alejandro será Chequera,
Meisi encarnará a Cachita y Esteban dará vida a
Ruperto incorporándole un nuevo elemento humorístico que a Lazo se le da muy
bien: la dificultad para expresarse correctamente al hilar una frase con otra.
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(*) Los
diputados no entendieron ni papa, pero a la hora de aprobar lo que se les
propuso, votaron que sí de forma unánime, como les han ordenado que hagan y han
hecho durante muchos años, desde que se creó el Poder Popular.
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