Esta mañana, en el Ministerio de Cultura de Cuba. Hablan el titular del ramo Alpidio y su vice Fernando.
– Ministro, se murió Chick Corea.
– ¿Y ese quién es?
– Un músico americano, de jazz. Un pianista importante.
– ¿Y?
– Que deberíamos sacar un comunicado elogiándolo.
– ¿Tú crees?
– Claro, así matamos dos pájaros de un tiro. Hacemos el paripé de que nos importa el jazz y, a la vez, le mandamos un mensaje cordial a la embajada americana. A lo mejor nos ponemos dichosos y le pasan el dato a Biden.
– Pues no te falta razón. Ahora tenemos que estar bien con los yanquis.
– Voy a redactar el texto y se lo traeré dentro de un rato para que lo firme.
– Oye, ¿cómo dices que se llamaba el pianista ese?
– Chick Corea.
– Pues antes de escribir una palabra averigua bien si el tipo era de Corea del Sur o de Corea del Norte. No vaya a ser que metamos la pata.
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