En 1968, tras su regreso de una gira por Europa que incluyó actuaciones como representante de Cuba en el Festival Internacional de la Canción de Sopot, Polonia, le dije a la cantante Ela Calvo (1) que quería escribir un reportaje sobre ella para publicarlo en la revista Cuba Internacional. Ela me anunció que tenía mucho que contar sobre su vida y andanzas artísticas. “Son, ay, tantas cosas” dijo exactamente.
Conversamos y saqué bastante material que me sirvió para redactar una especie de monólogo que recogió su desarrollo vital, anécdotas y reflexiones. Traté de respetar su forma de hablar. Lo dividí en dos tiempos: pasado y presente, que se alternan constantemente, retratando al personaje. El texto que leerán a continuación es idéntico al que se publicó en el número de marzo del 69 de la revista.
ELA CALVO HABLA DE AY, TANTAS COSAS
Texto: Pedraza Ginori
Dice Eladia de la Caridad Calvo y Montalvo –la cantante Ela Calvo en la vida real- que:
Cuando yo era Elita, la hija de Carmen Teresa y Alfredo, y vivía en la calle San Benigno, entonces, el barrio de Santos Suárez parecía enorme y muy lejos de La Habana, el Hogar “Consuelo Serra” tenía una escuela a la que asistía todo el mundo conocido, nos paseábamos loma-arriba y loma-abajo frente a la iglesia de La Víbora, por las noches pintaba –y casi siempre muñequitas-, en algunas casas me llamaban para que cantara porque decían que lo hacía bien, pero yo no soñaba con ser cantante, en realidad ni imaginaba qué cosa era “ser cantante”. Los domingos me perdía en la oscuridad del Apolo o del Santos Suárez mirando fijo para la pantalla porque allí estaba aquella mujer tremenda que le decían Ingrid Bergman y yo quería ser como ella.
Estuve 4 meses actuando en la República Democrática Alemana y Checoslovaquia. Dresde, Halle, la Feria Internacional de Leipzig, el Friedrichstadt Palast y el Linden Corso de Berlín, Praga… cantando de todo, desde lo tradicional –“Siboney” y “Bésame mucho”- hasta lo moderno –“Todo eso eres” y “Estás lejos”-. Trabajé mucho, en todas partes: cabarets y teatros, fábricas y salas de cultura.
Me matriculé en dos lugares. El día me lo pasaba dando carreras entre el Instituto del Vedado y la Escuela de Artes y Oficios que estaba en Belascoaín. Al ir o venir pasaba por CMQ. Me bajé de la guagua y canté en un programa que se llamaba “Voces nuevas”. No recuerdo si era de aficionados pero de lo que sí estoy segura es de que no le tocaban a una la campana si cantaba mal.
Estoy conforme y no lo estoy. Quisiera dar más. Tomo clases de teoría y solfeo. Si pudiera ser actriz… ¿Defectos? Que si no siento la canción no puedo cantarla. Que llego siempre tarde a todas partes. Soy algo regada, ni muy haragana ni muy trabajadora. Que todavía me da pena hacer muchas cosas. ¿Virtudes? Ay, no me hagan esa pregunta.
Conocía a los compositores José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz, Niño Rivera, Orlando de la Rosa… Iba como espectadora a algunas descargas del grupo del filin. No, allí no cantaba. Delante de aquella gente no me atrevía.
Toda mi vida canté cosas serias, sentimentales, románticas. Ni de juego una guaracha o un cha cha cha. Además, me daba miedo soltarme a bailar. Pero cuando fui a Europa tuve que cambiar el repertorio, incluir cosas movidas. Allá no conciben a una cubana sin “temperamento”.
Tenía 16 años. Los estudios iban mal. Me embullé, me casé. El hombre dijo “de eso nada, se acabó el cantico”. No lo sentí. Yo nunca había tomado en serio el arte.
Me fui hasta Bakú para la “Década de Cuba en la República de Azeirbaidzhán”. Me integré al espectáculo “Saludos cubanos”. Me acompañó la orquesta sinfónica de allí. Después: la gira. Junto a Los Bucaneros, el Noneto de Música Moderna, Pacho Alonso, Centurión y la Orquesta Aragón visité más de 50 ciudades de la Unión Soviética, Bulgaria, Rumanía y Hungría. Allá he tenido muchos momentos buenos. Sobre todo trabajar para multitudes y sentirme aplaudida por miles y miles de personas que gritan”Ku-ba, Ku-ba, Ku-ba”.
Escribiente del Registro Civil en el juzgado aquel que estaba en los altos del Bodegón de Toyo, en la Calzada de 10 de Octubre. Me pasaba más de 8 horas diarias inscribiendo nacimientos, diligenciando expedientes de subsanación de errores, de ciudadanía –que pueden ser de tres tipos distintos: renuncia, opción, ratific…
Bueno, Portillo de la Luz se apareció por el juzgado: “Muchacha, ¿qué tú haces aquí, metida entre estos papeles, con esa voz tan bonita que tú tienes?” Me invitó a su programa de Radio Progreso. Poco después me encontré con Niño Rivera, quien me ayudó mucho.
Ahora estoy haciendo televisión (yo diría que demasiada), cabaret (¿pero no me han visto bailando ye-ye en el Parisién?), recitales y viajes al campo con las Brigadas. Quisiera poder cumplir compromisos que tengo en Polonia, Bulgaria y la RDA.
Para elegir una canción tengo un sistema fácil. Pienso en el público. me gusta imaginarme oyentes de 25 a 40 años, que hayan vivido algo, que sepan lo que se traen entre manos. Después pienso en mí. Me preocupa el poderla “decir” porque si yo no la “digo”, ellos no la pueden recibir.
Para elegir una canción tengo un sistema fácil. Pienso en el público. me gusta imaginarme oyentes de 25 a 40 años, que hayan vivido algo, que sepan lo que se traen entre manos. Después pienso en mí. Me preocupa el poderla “decir” porque si yo no la “digo”, ellos no la pueden recibir.
El Niño me presentó a algunos productores. El Maestro Ansa me hizo una prueba. Me fui embullando. Me dieron un “Noche Cubana” por el Canal 4. Me contrataron para Tropicana. Ya entonces no tuve dudas sobre lo que yo quería ser.
En casa de Ela Calvo, el 3 de julio de 1968:
En casa de Ela Calvo, el 3 de julio de 1968:
--Ela, ¿qué tal el viaje a Matanzas?
--Un fenómeno. La gente del Panamericano de Ajedrez se portó muy bien.
--¿Estás cansada?
--Un poco.
--Te llamaron de Cultura.
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--Mira, te habla Ela Calvo. Ustedes me dejaron un recado…
--Sí. Se trata de algo que a lo mejor te interesa.
--Dime.
--Te han elegido para representar a Cuba en el Festival de la canción de Sopot, en Polonia.
--¿¡…!?
--Ela, Ela… ¿estás ahí? ¿Oigo? ¿Oigo?
Trabajamos en pleno campo, al aire libre. Improvisamos un albergue en el Círculo Social del central Sierra de Cubitas, en Camagüey. Por el día trabajaba en la cocina. Por la noche salíamos a actuar para los macheteros. Viajábamos en camiones de volteo, llegábamos llenos de polvo a los actos pero nos sentíamos muy bien. Nunca he tenido público más agradecido.
Trabajamos en pleno campo, al aire libre. Improvisamos un albergue en el Círculo Social del central Sierra de Cubitas, en Camagüey. Por el día trabajaba en la cocina. Por la noche salíamos a actuar para los macheteros. Viajábamos en camiones de volteo, llegábamos llenos de polvo a los actos pero nos sentíamos muy bien. Nunca he tenido público más agradecido.
Como lo del canto no era seguro no me atrevía a dejar los expedientes. Terminaba en Tropicana a las 2 y pico de la madrugada y tenía que empezar en el juzgado a las 8. No tenía tiempo para dormir. El juez me regañaba. Particularmente el mes en que Normita estuvo ingresada por quemaduras. Del cabaret iba para la quinta, de ahí al juzgado… ¡Qué época!
Si me piden que cante 5 números ahora mismo, voy a escoger “Réquiem” –una melodía checa que habla del bienestar de la humanidad-, “Un nuevo resplandor” –romántica, no daré el corazón a quien no pueda darle la bendición de mi vida-, “Aquí o allá” –positiva, resignarse a sufrir, jamás-, “La pared” –no cabe en mi pecho la tristeza que parezco merecer- y “Debe ser amor”-una samba muy movida y alegre-.
…El Pico Blanco del hotel St. John, donde estuve 2 años, el Salón Rojo del Capri, el Caribe del Habana Libre, recorridos por el interior, Habana-Riviera, aquellos 8 meses del Gato Tuerto, El Patio desde su inauguración cuando la Conferencia Tricontinental y “Buenos días, Init”, donde yo era figura de las producciones de Tropicana…
La Revolución lo hizo posible todo para mí. Pude desarrollar una carrera, llegar hasta donde no había soñado. Me ha abierto los ojos sobre muchas cosas. Entre ellas: es más importante el éxito de un espectáculo –en colectivo- que el lucimiento personal. Ahora los artistas trabajamos más profundamente y, sobre todo, se ha eliminado aquel “corre-corre” tras el dinero.
Canté “La hora de todos” (de Portillo) –que habla de la lucha de Vietnam-, “Aquí o allá” (de Piloto y Vera) y una melodía polaca “Zasypalo na pialo”, que puede traducirse como “Se ha cubierto de blanco”. Esta última fue incluida en el disco internacional que edita la dirección del Festival. Me eligieron entre intérpretes de 29 países. Y traje para Cuba el segundo premio de los críticos de la prensa. Sopot fue importante para mí. De una emoción en otra: el festival, el público, el disco, el premio, actuar junto a figuras de renombre como Salomé, Nancy Holloway, Miki Nakasone... ¡Ay, tantas cosas!
Canté “La hora de todos” (de Portillo) –que habla de la lucha de Vietnam-, “Aquí o allá” (de Piloto y Vera) y una melodía polaca “Zasypalo na pialo”, que puede traducirse como “Se ha cubierto de blanco”. Esta última fue incluida en el disco internacional que edita la dirección del Festival. Me eligieron entre intérpretes de 29 países. Y traje para Cuba el segundo premio de los críticos de la prensa. Sopot fue importante para mí. De una emoción en otra: el festival, el público, el disco, el premio, actuar junto a figuras de renombre como Salomé, Nancy Holloway, Miki Nakasone... ¡Ay, tantas cosas!
N O T A S
(1) Ela nació en 1932. Alguna fuente dice que en 1930. Por tanto, cuando conversé con ella en 1968 contaba con 36 (o 38) años y, aunque ya había vivido experiencias que hicieron interesante este escrito, aún le quedaba muchísimo camino por recorrer en su trayectoria artística y personal. Hoy en día, en 2013, sigue activa, y tras una larga carrera, está reconocida como una de las grandes vocalistas de Cuba.
A quienes se interesen por ella, les remito a las siguientes webs:
Algunos videos que dan fe de la calidad interpretiva de Ela:
http://www.youtube.com/watch?v=7-G6iq7EqzQ (Desde los 2,50 minutos: “A la orilla del mar” de Agustín Lara, actuando como artista invitada al Concurso Adolfo Guzmán. La acompañan la Gran Orquesta y el Coro del ICRT.
http://www.youtube.com/watch?v=tVbwSNng_7w (Desde los 13,20 minutos: Cantando “Zasypalo na pialo” en el Festival de Sopot de 1968).
Otros videos, éstos de actuaciones recientes de Ela, en los siguientes vínculos:
http://www.youtube.com/watch?v=u4lkJdxBm14 (En el Centre des Arts de Enghien-les-Bains, cerca de París, canta en mayo de 2011 “Son al son” de Portillo de la Luz, con un destacado aporte de Lucía Huergo en la flauta)
http://www.youtube.com/watch?v=epLdkPDEshQ (Desde 0,49 minutos: “Si me pudieras querer”, de Bola de Nieve, acompañada al piano por Argelia Fragoso)
(2) En el momento en que publiqué este material en mi blog (marzo de 2013), no disponía de las fotos, tomadas por Orlando García, que acompañaron al texto que apareció en Cuba Internacional. Por ello utilicé material gráfico procedente de Internet que ha sido sustituido ya que posteriormente, he logrado contar con las imágenes de Orlando y las he incluido. Son las que están en blanco y negro.
(2) En el momento en que publiqué este material en mi blog (marzo de 2013), no disponía de las fotos, tomadas por Orlando García, que acompañaron al texto que apareció en Cuba Internacional. Por ello utilicé material gráfico procedente de Internet que ha sido sustituido ya que posteriormente, he logrado contar con las imágenes de Orlando y las he incluido. Son las que están en blanco y negro.
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LES INVITO A LEER LAS TRES SIGUIENTES PIEZAS DE MI BLOG.
ÉSTOS SON SUS VÍNCULOS:
El Blog de Pedraza Ginori > MÍA LA FELICIDAD, CAPÍTULO 1: ESTRENADA POR ELA CALVO
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La empresa norteamericana Create Space / Amazon ha publicado,
en formato papel, mis dos libros "Pedraza Ginori Memorias Cubanas".
Sus páginas son un compendio de mis experiencias y mis circunstancias, vividas en el mundo de la televisión, los espectáculos, la creación musical,
la radio, la publicidad y la prensa.
Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
El Libro 1, “Eugenito quiere televisión”, tiene 342 páginas.
El Libro 2, "Quietecito no va conmigo", 362 páginas.
Ambos están a la venta en las webs
www.createspace.com www.amazon.com www.amazon.es
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