En esta entrada del blog presentaré dos maneras de enfocar un mismo asunto, el programa 'Yo también soy joven'.
Primero van a leer como Loly Buján y yo, sus creadores y directores, nos referíamos a él en un material que apareció en la prensa cubana en 1979. Notarán enseguida que en nuestras respuestas y comentarios nada hay de políticamente incorrecto en relación con los parámetros que regían por entonces las publicaciones en Cuba.
Y a continuación, añadiré algunos recuerdos y reflexiones personales sobre el programa, que hace 34 años yo no podía hacer públicos y ahora sí.
Sirva la presente información adicional como un complemento de la crónica que publiqué en este blog el 13 de enero de 2013 con el título de “Yo también soy joven”.
Dicha crónica se puede leer pulsando el siguiente vínculo:
El blog de Pedraza Ginori - Yo también soy joven
Dormía entre mis viejos papeles y, afortunadamente, la he podido rescatar. Éste es su texto completo:
Primero van a leer como Loly Buján y yo, sus creadores y directores, nos referíamos a él en un material que apareció en la prensa cubana en 1979. Notarán enseguida que en nuestras respuestas y comentarios nada hay de políticamente incorrecto en relación con los parámetros que regían por entonces las publicaciones en Cuba.
Y a continuación, añadiré algunos recuerdos y reflexiones personales sobre el programa, que hace 34 años yo no podía hacer públicos y ahora sí.
Sirva la presente información adicional como un complemento de la crónica que publiqué en este blog el 13 de enero de 2013 con el título de “Yo también soy joven”.
Dicha crónica se puede leer pulsando el siguiente vínculo:
El blog de Pedraza Ginori - Yo también soy joven
PRIMERA PARTE (1979)
En el número de mayo/junio del 79 de La Gaceta de Cuba, periódico de arte y literatura de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), se publicó una entrevista titulada “Loly Buján y Pedraza Ginori hablan de Yo también soy joven”. La firmaba Aquiles Heel.Dormía entre mis viejos papeles y, afortunadamente, la he podido rescatar. Éste es su texto completo:
Dentro del llamado genero testimonial, lo autobiográfico ocupa sitio importante en nuestra literatura. Los libros de memorias, los relatos en los cuales se describe la vida propia, han alcanzado, en diversas colecciones, amplias tiradas, las que se han correspondido con el interés del público lector.
Ahora bien, recientemente, ello ya no es sólo patrimonio de la letra impresa, sino que, de súbito, ha saltado hacia las pantallas de la televisión, para, de ese modo, asentarse en un medio de difusión masiva que abarca grandes sectores de nuestra población.
Se trata del programa 'Yo también soy joven', en el cual el testimonio, lo autobiográfico y la anécdota pulposa se dan la mano con la crónica y la entrevista televisadas.
En torno a este programa, hablan sus realizadores, Loly Buján y Eugenio Pedraza Ginori.
Ahora bien, recientemente, ello ya no es sólo patrimonio de la letra impresa, sino que, de súbito, ha saltado hacia las pantallas de la televisión, para, de ese modo, asentarse en un medio de difusión masiva que abarca grandes sectores de nuestra población.
Se trata del programa 'Yo también soy joven', en el cual el testimonio, lo autobiográfico y la anécdota pulposa se dan la mano con la crónica y la entrevista televisadas.
En torno a este programa, hablan sus realizadores, Loly Buján y Eugenio Pedraza Ginori.
Pedraza Ginori y Loly Buján en 1979 |
ANTECEDENTES
“Durante los primeros meses de 1978, la Dirección de la TV pidió a sus realizadores que aportaran ideas de programas con vistas al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes”, empieza diciendo Loly Buján.
Pedraza Ginori la interrumpe para continuar la idea:
“Nosotros, impresionados por el entusiasmo con que todo nuestro pueblo trabajaba para el festival, pensamos que sería justo reconocer públicamente la labor de los no tan jóvenes en esa campaña y por extensión en todos los frentes de la revolución”.
Y agrega Loly: “Elaboramos entonces un proyecto que planteaba, entre otras cosas:
…los mayores recordarán, los más jóvenes aprenderán y todos tendrían la oportunidad de enriquecer sus vivencias al acercarse al lado humano de compañeros destacados que fueron jóvenes ayer y que hoy –incorporados de lleno a las tareas de la revolución- lo siguen siendo aún…”
EL PRIMERO
Eugenio recuerda: “El primer programa se grabó el 3 de abril y salimos al aire el 16 de mayo. Hasta el presente, hemos realizado 24 programas”.
EN LAS 14
Loly, por su parte, responde afirmativamente, respecto a si existe el propósito de continuar entrevistando a figuras que radican en otras provincias.
UN GUIÓN QUE HA SIDO VARIADO
Dice Pedraza Ginori: “Desde el principio establecimos una estructura flexible. Todo debía estar en función de las características del personaje invitado. Por eso cada transmisión de la serie presenta variaciones. Esto le da frescura al programa. Y solidez, ya que ajusta forma con contenido. Esta línea de no comprometernos con un esquema preestablecido nos ha dado buenos resultados y la hemos mantenido”.
Ahora Loly Buján toma la palabra, para enriquecer lo antedicho: “En cuanto a cambios en el cuestionario, ha habido algunos. Quizás el más significativo sea el que en los primeros programas apenas nos deteníamos en la niñez del entrevistado, y ahora le dedicamos un buen espacio”.
UNA SERIE CON BUENA SALUD
Sucesivamente exponen uno y otro: “Cuando comenzamos, pensábamos que la serie debía ser corta, con unos quince o veinte programas. Las reacciones favorables de los televidentes hicieron reconsiderar esto”.
“En estos momentos 'Yo también soy joven' goza de buena salud, y, como es natural, tenemos un plan perspectivo en el que están contemplados todos los sectores”.
¿POR QUÉ EL CONTROL REMOTO?
Como es natural, ambos hacen sendas pausas. La conversación deriva hacia otros tópicos:
Loly: “El control remoto nos da la oportunidad de crear un marco afín al entrevistado. Preferimos su hogar o su centro de trabajo. Buscamos que se sienta cómodo, en un ambiente que le sea familiar”.
Eugenio: “Éste es un factor importante para conseguir una soltura en la conversación que es muy difícil de lograr en el estudio de televisión”.
OBJETIVOS, FINALIDADES
Señala Loly Buján: “Pretendemos, al menos, estas tres cosas: primera, llegar a los jóvenes, bueno, a todo el mundo, pero sobre todo a la juventud, hacerles conocer situaciones de antes, para que las comparen con nuestra realidad actual, mediten y saquen sus propias conclusiones; segunda, estimular a los mayores de edad, tanto a los entrevistados como a los televidentes, que se niegan a ser vencidos por los años; y tercera, divulgar un concepto optimista de la vida que compartimos firmemente: eso de que la juventud es, sobre todo, un estado de ánimo, es una verdad absoluta”.
MÁS ALLÁ DE LAS PANTALLAS
Eugenio Pedraza Ginori, a su vez, aborda lo siguiente: “Al no poseer un control científico de las opiniones de los espectadores sobre la programación de nuestra TV, la valoración del público televidente nos llega de diversas formas: juicios de compañeros de nuestro propio medio, de familiares, vecinos. Recibimos muchas cartas, telegramas. Estamos en contacto con compañeros de muchos lugares. También recibimos opiniones a través de Consuelito Vidal y de Cepero Brito, los animadores, cuya relación directa con el público es diaria. Son importantes las críticas periodísticas y lo que cada entrevistado nos narra tras la salida al aire de su programa”.
Y añade: “Sentimos que 'Yo también…' ha tenido una fuerte aceptación y algo que para nosotros es lo más valioso: que resulta de gran utilidad”.
CONOCER GENTE VALIOSA
El propio Pedraza Ginori subraya que “hacer el programa es para nosotros un placer. La serie nos da la oportunidad de conocer de cerca a personalidades de todos los sectores. Gente muy valiosa, de la que aprendemos muchísimo. Estos contactos nos han enriquecido como creadores y como seres humanos".
REALIZACIÓN, TRABAJO COLECTIVO
“En su realización –precisa Loly Buján- 'Yo también soy joven' es sencillo y complejo a la vez. Sencillo, porque se graba en una sesión, sin ensayos. No necesita escenografía, ni elenco, ni efectos especiales. Es el programa más barato de la TV cubana”.
“Y complejo –apunta Pedraza Ginori- por la elaboración cuidadosa de su contenido. Es un arduo trabajo que comienza conversando extensamente, una o varias veces, con el invitado, continúa con la confección del cuestionario y culmina con largas sesiones de selección y edición del material grabado. Esto último es lo más difícil, porque debemos convertir varias horas de video tape en un programa de 28 minutos, y hacerlo sin perder la esencia del personaje”.
Para concluir, intervienen ambos, indistintamente:
“Hay que señalar que la TV es un trabajo colectivo por excelencia. Sin el entusiasmo interminable de los compañeros de Control Remoto del ICRT y sin la capacidad y experiencia de Consuelito y Cepero, el éxito no se hubiera logrado”.
¿QUIÉNES SON LOS REALIZADORES?
Dolores Fernández Buján nació en Ciudad de La Habana, en 1939. Licenciada en Historia del Arte. Ha trabajado como actriz. Es profesora de actuación y dirección teatral. Directora, adaptadora y libretista de TV. Desde 1966 interviene en programas tales como 'El cuento', 'Maestros', 'Álbum de Cuba', 'La novela', 'Teatro' y 'Concurso Adolfo Guzmán'. Organizó y dirigió un curso de formación para directores de TV.
Eugenio Antonio Pedraza Ginori nació en 1938, en Esperanza, provincia de Villaclara. Licenciado en Historia del Arte. Escritor, guionista y director de TV, se ha especializado en programas musicales. Desde 1966 ha escrito y realizado programas tales como 'Juntos a las 9', 'En vivo', 'Recital', 'Teatro ICR' y 'Concurso Adolfo Guzmán'. En 1976 y 1977 cursó estudios de especialización en la televisión de la RDA.
Ellos, junto al equipo técnico, habitualmente no salen en las pantallas, sino que trabajan tras las cámaras, pero sobre los cuales recaen el peso y la responsabilidad del buen éxito de 'Yo también soy joven'.
__________________
Hasta aquí el texto de la entrevista publicada en La Gaceta de Cuba.
YO TAMBIÉN SOY JOVEN
Televisión Cubana, Canal 6
Horario: martes, 21:00 horas
Duración: 28 minutos
Blanco y negro.
La primera grabación se realizó el 3 de abril de 1978.
El primer programa se transmitió el 16 de mayo de 1978.
La última transmisión fue en los primeros meses de 1979.
Documentación, guión y dirección: Loly Buján y Pedraza Ginori.
Presentadores: Consuelito Vidal y Cepero Brito. (1)
Tema musical: 'Nunca llegará el final' (Música de Rafael Ortiz y letra de Pedraza Ginori) interpretado por Carlos Embale y el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro)
Lamento disponer solamente de datos de 30 de los 32 programas que se realizaron. Aquí está la información que poseo:
Entrevistado (principal ocupación) (lugar de realización) (fecha de su primera transmisión)
Abelardo Buch (médico cirujano) (Hospital Joaquín Albarrán) (¿?)
Agapito Figueroa (sindicalista) (Fundición Reynaldo Castro) (17 octubre 78)
Alicia Alonso (bailarina) (sede del Ballet Nacional) (¿?)
Antonio Arcaño (flautista, director de Arcaño y sus Maravillas) (su hogar) (¿?)
Conchita Fernández (política, exsecretaria de Eduardo Chibás y Fidel Castro) (su hogar) (19 diciembre 78)
Chiquitico, miembro de la Seguridad del Estado (ex infiltrado) (Edificio Focsa) (¿?)
Dora Alonso (escritora) (su hogar) (26 diciembre 78)
Enrique Arredondo (actor) (Estudio 19, Focsa) (4 julio 78)
Evelio Miranda (sastre) (empresa textil en Habana Vieja) (¿?)
Félix Pita Rodríguez (escritor) (su hogar) (31 octubre 78)
Gilberto Torres (jugador de beisbol) (Estadio y Parque de Regla) (4 enero 79)
Guido García Inclán (político, periodista) (Radioemisora COCO) (18 julio 78)
Justo Vega (poeta repentista) (su hogar) (3 octubre 78)
Kid Chocolate (Eligio Sardiñas) (boxeador) (su hogar) (¿?
Manuel Galich (intelectual guatemalteco) (Casa de las Américas) (6 junio 78)
Manuel González Guerra (presidente del Comité Olímpico Cubano) (Sede del COC) (24 oct 78)
María de los Ángeles Santana (actriz, vedette) (su hogar) (¿?)
María Luisa Lafita y su esposo Pedro Vizcaíno (luchadores revolucionarios) (su hogar) (¿?)
Mariano Rodríguez (pintor) (Casa de las Américas) (12 diciembre 78)
Mario Kuchilán (periodista) (su hogar) (23 mayo 78)
Onelio Jorge Cardoso (escritor y periodista) (UNEAC) (30 mayo 78)
Paco Alfonso (teatrista, actor) (su hogar) (¿?)
Rafael Fortún (atleta) (Estadio La Tropical) (¿?)
Raúl Ferrer (poeta) (su hogar) (27 junio 78)
Renée Méndez Capote (escritora) (su hogar) (16 mayo 78)
Rodrigo Prats (músico) (su hogar) (21 noviembre 78)
Rosario Novoa (profesora) (su hogar) (27 noviembre 78)
Santiago Álvarez (cineasta) (Noticiero ICAIC) (¿?)
Septeto Nacional Ignacio Piñeiro (músicos) (Liceo de la Habana Vieja) (6 junio 78)
Sergio Aguirre (político, historiador) (Depto. de Historia del PCC) (¿?)
MASTODONTES Y MUCHOS CABLES
En cuanto a la imagen, el programa presentaba un formato bastante elemental de entrevista: los dos presentadores sentados uno a cada lado del invitado. A éste se le filmaban algunos planos sencillos para intercalar: caminando por su barrio, jugando con su nieta, escribiendo…
El eje central del espacio era la conversación, en la que el personaje central narraba su vida, sus experiencias. La presentábamos como si hubiese sido filmada de arriba a abajo, sin interrupciones. Para dar esa impresión de charla fluida, era necesario evitar que se vieran los cortes en la edición de imágenes. Para taparlos, usábamos material gráfico que el entrevistado nos suministraba: fotos antiguas, recortes de prensa, etc.
No contábamos con cámaras ligeras y pequeñas. Usábamos los mastodontes de control remoto, montados en robustos y anchos trípodes que, la mayoría de las veces, apenas cabían dentro de un apartamento o una casa. El día en que grabamos con Félix Pita Rodríguez se colapsó el tráfico interno de su hogar.
Para captar el audio, usábamos micrófonos con cables, ya fuera en mano y/o montados en la barra extensible llamada boom. Ni soñar con inalámbricos que dieran la oportunidad a invitados y presentadores de caminar mientras hablaban.
CONSERVAR LOS TESTIMONIOS
En muchas ocasiones, alertamos de que aquellas entrevistas en que se contaban vidas y situaciones del pasado eran muy valiosas y que sus videocassettes merecían ser conservados para el futuro como documentos históricos. Basta revisar la lista de personalidades que desfilaron por el programa para comprobar que se trataba de testimonios inapreciables.
Pero estábamos en la época en que las cintas se reutilizaban una y otra vez. Yo logré que unos pocos rollos, con contenido que me pareció importante, no se borraran. Con la complicidad de los compañeros del Departamento de Video Tape, los escondimos en sus archivos. Pero el ardid duró poco, sólo hasta que se hizo el siguiente inventario general.
Siempre he soñado con que algún ‘Yo también soy joven’ se haya salvado de la quema y un buen día aparezca por alguna parte.
LOS QUE NO QUISIERON IR
Nos hubiese gustado mucho llevar al programa a dos grandes figuras de la literatura cubana: Nicolás Guillén y Alejo Carpentier.
Al primero, que por esas fechas era presidente de la UNEAC, lo invité al menos en tres ocasiones pero nunca aceptó. En su oficina alegaron que su agenda pública no la manejaba él y que para que lo entrevistásemos en tv debíamos conseguir un permiso de instancias superiores. Sonaba a excusa y creo que lo fue.
Carpentier era embajador cubano en Francia. Conseguí el teléfono de su casa habanera y dejé varios recados a una persona que siempre me contestaba que él no estaba en Cuba. Hasta que un día leí en el periódico que andaba por La Habana y comencé a llamarle. Logré hablar con su esposa quien me preguntó cómo era posible que la televisión invitara a su marido a una entrevista, sabiendo que él estaba muy enojado con el ICRT. Traté de explicarle que yo desconocía el asunto de su enfado con la institución, de convencerla de que se trataba de una iniciativa personal de un par de creadores y de que, en todo caso, nosotros representábamos solamente al programa. Pero la mujer estaba muy cabreada y mi intento resultó inútil.
Total, nos quedamos sin ‘Sóngoro Cosongo’ y sin ‘El reino de este mundo’.
LA MERIENDA
Como han leído en la entrevista, Loly y yo alardeábamos de que YTSJ era el espacio más barato de la televisión. A pesar de su bajísimo coste, nunca logramos que TV Cubana nos aprobara un pequeño presupuesto para llevar una merienda -o un simple servicio de café- al hogar del entrevistado que, como ya ustedes habrán supuesto, no cobraba.
Al contrario de lo que debía ser, muchas veces era éste el que, de su bolsillo, agasajaba al grupo de realización con algún tentempié conseguido quién sabe cómo en aquellos tiempos difíciles en que todo se adquiría con la libreta de abastecimiento. Ya se imaginaran la vergüenza que aquella situación nos producía.
MOZO NO ES SÓLO QUIEN TIENE FUGAZ JUVENTUD
Desde el principio, el bolero-son creado por Rafael Ortiz y yo para que nos sirviera de tema musical, le gustaba a todo el que lo oìa. Cuando estábamos editando y lo escuchaban, algunos compañeros se acercaban al cubículo para disfrutarlo. Es justo reconocer que a su tremendo éxito contribuyó mucho el que los compañeros del Departamento de Promociones incorporaron buena parte de “El final no llegará” a los anuncios del programa, que salían a menudo en los días anteriores a cada transmisión.
YTSJ, SU HISTORIA
‘Yo también soy joven’ tiene una historia peculiar, que merece ser divulgada.
Cuando presentamos el proyecto, nacido al calor del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se iba a celebrar en Cuba en el verano de 1978, nos lo aceptaron enseguida. Loly y yo presentamos una lista de candidatos a ser entrevistados y, a decir verdad, casi ni la miraron. Así que le metimos mano, decidiendo por nuestra cuenta quién debía ir primero y quien después.
Era sencillo de realizar: sólo necesitaríamos una unidad de control remoto, una vez por semana. Nos la aprobaron. Era yo quien comunicaba al Departamento de Programas el día, la hora y el lugar de la grabación.
El primer programa lo filmamos el 3 de abril con Renée Méndez Capote, la cubanita que nació con el siglo. A partir de entonces, se convirtió en una rutina el ir cada siete días con la gente de Remoto a hacer una grabación, generalmente en el hogar del protagonista. Y más tarde, con una periodicidad fija que establecimos con los compañeros de video tape, realizábamos la edición del material hasta dejar listo el cassette para su transmisión.
Así fueron pasando las semanas y nosotros seguíamos grabando y editando. Ningún superior de la TV Cubana me preguntó qué hacíamos hasta un día, ya entrado mayo, en que alguien se acordó.
-- Oye, Ginori, ¿cómo va ese proyecto de entrevistar viejos?
-- Ah, muy bien, ya tenemos varios programas listos para ser transmitidos.
-- ¿Ya? ¡¿No me digas?!
Por lo visto, no se esperaban la noticia, que les cayó como agua a una mata seca porque la programación en saludo al festival no estaba saliendo tan abundante como se había pensado. Enseguida nos asignaron el horario de los martes a las 9 de la noche, por el Canal 6.
SALIR Y PEGAR, LA MISMA COSA
El 16 de mayo del 78 se transmitió por primera vez. Renée Méndez Capote, con su extraordinaria simpatía, encantó a la audiencia. Y en las siguientes semanas estuvieron Mario Kuchilán, Onelio Jorge Cardoso y Manuel Galich. Las opiniones que nos llegaban eran todas buenas. Salir al aire y pegar fue la misma cosa. En muy poco tiempo se convirtió en uno de los espacios más queridos de la televisión.
Fue tan fuerte su impacto que la dirección decidió repetir el domingo por el Canal 2 y en horario estelar, el programa que había salido el martes anterior por el 6.
La popularidad de "Yo también..." provocó un efecto perverso. Significó que aquel programita de entrevistas con tembas que contaban sus batallitas, al que nadie de la tele le puso atención al principio, comenzó a ser analizado por los analizadores que estaban allí para eso, para analizar.
Y aparecieron las preguntas retorcidas:
¿Quién elige a los invitados?
¿Partiendo de cuáles criterios?
¿Por qué prefieren gente conocida?
¿Y quién decide lo que se incluye y lo que no se incluye en la edición?
Y empezaron a revisar con mayor detenimiento los programas antes de transmitirlos buscando que todo estuviese políticamente correcto. Pero no tuvimos problemas, no hubo que modificar nada en ellos ya que, tanto Loly como yo, conocíamos al dedillo las normas y no las habíamos violado.
GUIDO MUTILADO
Todo marchó bien con la censura hasta el día en que le tocó salir al periodista Guido García Inclán. Guido era una figura atípica, con voz propia.
Contaba con un gran historial de luchador político y revolucionario y con buenos contactos en las alturas. Pienso que por esto último le permitían decir lo que le daba la gana en sus polémicos noticieros y editoriales de la COCO, el Periódico del Aire. Era una especie de verso suelto en los supercontrolados medios de comunicación de la época.
Más una cosa era hablar libremente por una pequeña emisora local con poca potencia y otra bien distinta era hacerlo en la televisión a las 9 de la noche, en un espacio que veían en toda Cuba hasta los ciegos.
Guido era un personaje en toda la extensión del término. Alardeaba de ser amigo íntimo y consejero de Fidel Castro. Tanto en la entrevista de documentación como después ante las cámaras nos contó muchas cosas impublicables. Como que Fidel había sido guardaespaldas suyo y que él, Guido, había sido la persona de contacto entre Fidel y Batista durante el tiempo en que el Comandante en Jefe estuvo alzado en la Sierra Maestra. ¿El Caballo cuidándole las espaldas a alguien? ¿Contactos entre El Fifo y Batista? Uyuyuy, eso eran palabras mayores.
Lo jodido era que nosotros no sabíamos –ni teníamos manera de saber- qué cantidad de verdad había en lo que nos dijo. Tuvimos que hacer malabares para editar sus respuestas e historias y completar los 28 minutos con material admisible.
Yo quedé muy disgustado por cómo había quedado lo de Guido. Había tenido que mutilar sus testimonios y me sentía mal por haberlo hecho. Si por mí hubiese sido, no habría salido al aire. Pero él me estuvo llamando varias veces preguntando cuándo iban a transmitir su entrevista. Y, presionado por su interés, decidí entregar la cinta para que le dieran el visto bueno. Como transcurrieron unos días y nadie me comentó nada en contra, pues se programó para el 18 de julio. Ese día salió anunciado en la cartelera “Programas de TV” del diario Granma. Supongo que por ello saltaron las alarmas por allá arriba.
Al mediodía de aquel martes, me ordenaron que hiciera una nueva edición eliminando esto, esto otro y aquello de más allá. A pesar de que de García Inclán ya quedaba poco allí, hubo que cortarlo aún más. Ya no había tiempo de buscar en la cinta original otros fragmentos que sustituyeran a los censurados, incorporarlos y pasar por una nueva revisión. Así que se imponía la tijera pura y dura. El programa se quedó apenas en unos 20 minutos.
A PARTIR DE GUIDO
Desde entonces se hicieron más exhaustivos los controles. Recuerdo a uno de mis superiores diciéndome:
-- Mira, es que aparecer en la televisión el martes a las 9 de la noche debe ser un reconocimiento a una vida de luchas, un premio por la vinculación del invitado a la revolución. No se le puede dar un micrófono y una cámara a cualquiera para que diga lo que le dé la gana.
De repente y sin nosotros comerlo ni beberlo, nuestro modesto espacio de recuerdos y anécdotas personales se había convertido en un galardón tipo machete de Máximo Gómez, en una especie de condecoración que la revolución otorgaba a quien se lo mereciera.
Revisaron al milímetro cada programa de los ya terminados, cada respuesta, cada testimonio. A punto estuvieron de prohibir la transmisión del realizado con González Guerra, personaje que, al parecer, no le caía bien a alguien con power.
Una vez agotada la primera lista de invitados, las dos siguientes que entregamos fueron examinadas con lupa y se demoraron bastante en devolvérnoslas. La mayoría de nuestras propuestas no fueron aprobadas: de unas 30 sólo 6 ó 7. Si a esto le sumamos que algunos de los considerados idóneos no quisieron ser entrevistados, pues comenzamos a trabajar con unos plazos cada vez más cortos y tensionados.
Pero la tapa al pomo nos la pusieron cuando, no contentos con revisarnos los programas ya editados, designaron un asesor para que, asistiendo a las grabaciones y ediciones, supervisara lo que hacíamos y tomara decisiones. El tipo se apareció un día con algunas propuestas de personajes anónimos (por ejemplo, un machetero destacado) para que fueran invitados. O sea, de hecho, era él quien mandaba.
Perdido nuestro control, había llegado el momento de pirarnos. Lo hicimos de guillestein, como había que hacer casi todo en Televisión Cubana. Argumentamos que, una vez finalizado el Festival de la Juventud, ‘Yo también soy joven’ ya había cumplido su cometido, que su fórmula se había agotado, que resultaba cada vez más difícil hallar invitados del nivel de los que habíamos presentado… En fin, que era hora de retirarlo. Nuestra sugerencia les encantó y decidieron aplicarla rápidamente ya que el programa, en el fondo, se había convertido en un quebradero de cabeza para ellos.
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N O T A
(1) Margarita Balboa sustituyó a Consuelito Vidal en los programas con Raúl Ferrer, Enrique Arredondo, Antonio Arcaño y Guido García Inclán.
Bobby Salamanca sustituyó a Cepero Brito en el programa con Justo Vega.
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“Durante los primeros meses de 1978, la Dirección de la TV pidió a sus realizadores que aportaran ideas de programas con vistas al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes”, empieza diciendo Loly Buján.
Pedraza Ginori la interrumpe para continuar la idea:
“Nosotros, impresionados por el entusiasmo con que todo nuestro pueblo trabajaba para el festival, pensamos que sería justo reconocer públicamente la labor de los no tan jóvenes en esa campaña y por extensión en todos los frentes de la revolución”.
Y agrega Loly: “Elaboramos entonces un proyecto que planteaba, entre otras cosas:
…los mayores recordarán, los más jóvenes aprenderán y todos tendrían la oportunidad de enriquecer sus vivencias al acercarse al lado humano de compañeros destacados que fueron jóvenes ayer y que hoy –incorporados de lleno a las tareas de la revolución- lo siguen siendo aún…”
EL PRIMERO
Eugenio recuerda: “El primer programa se grabó el 3 de abril y salimos al aire el 16 de mayo. Hasta el presente, hemos realizado 24 programas”.
EN LAS 14
Loly, por su parte, responde afirmativamente, respecto a si existe el propósito de continuar entrevistando a figuras que radican en otras provincias.
UN GUIÓN QUE HA SIDO VARIADO
Dice Pedraza Ginori: “Desde el principio establecimos una estructura flexible. Todo debía estar en función de las características del personaje invitado. Por eso cada transmisión de la serie presenta variaciones. Esto le da frescura al programa. Y solidez, ya que ajusta forma con contenido. Esta línea de no comprometernos con un esquema preestablecido nos ha dado buenos resultados y la hemos mantenido”.
Ahora Loly Buján toma la palabra, para enriquecer lo antedicho: “En cuanto a cambios en el cuestionario, ha habido algunos. Quizás el más significativo sea el que en los primeros programas apenas nos deteníamos en la niñez del entrevistado, y ahora le dedicamos un buen espacio”.
UNA SERIE CON BUENA SALUD
Sucesivamente exponen uno y otro: “Cuando comenzamos, pensábamos que la serie debía ser corta, con unos quince o veinte programas. Las reacciones favorables de los televidentes hicieron reconsiderar esto”.
“En estos momentos 'Yo también soy joven' goza de buena salud, y, como es natural, tenemos un plan perspectivo en el que están contemplados todos los sectores”.
¿POR QUÉ EL CONTROL REMOTO?
Como es natural, ambos hacen sendas pausas. La conversación deriva hacia otros tópicos:
Loly: “El control remoto nos da la oportunidad de crear un marco afín al entrevistado. Preferimos su hogar o su centro de trabajo. Buscamos que se sienta cómodo, en un ambiente que le sea familiar”.
Eugenio: “Éste es un factor importante para conseguir una soltura en la conversación que es muy difícil de lograr en el estudio de televisión”.
OBJETIVOS, FINALIDADES
Señala Loly Buján: “Pretendemos, al menos, estas tres cosas: primera, llegar a los jóvenes, bueno, a todo el mundo, pero sobre todo a la juventud, hacerles conocer situaciones de antes, para que las comparen con nuestra realidad actual, mediten y saquen sus propias conclusiones; segunda, estimular a los mayores de edad, tanto a los entrevistados como a los televidentes, que se niegan a ser vencidos por los años; y tercera, divulgar un concepto optimista de la vida que compartimos firmemente: eso de que la juventud es, sobre todo, un estado de ánimo, es una verdad absoluta”.
MÁS ALLÁ DE LAS PANTALLAS
Eugenio Pedraza Ginori, a su vez, aborda lo siguiente: “Al no poseer un control científico de las opiniones de los espectadores sobre la programación de nuestra TV, la valoración del público televidente nos llega de diversas formas: juicios de compañeros de nuestro propio medio, de familiares, vecinos. Recibimos muchas cartas, telegramas. Estamos en contacto con compañeros de muchos lugares. También recibimos opiniones a través de Consuelito Vidal y de Cepero Brito, los animadores, cuya relación directa con el público es diaria. Son importantes las críticas periodísticas y lo que cada entrevistado nos narra tras la salida al aire de su programa”.
Y añade: “Sentimos que 'Yo también…' ha tenido una fuerte aceptación y algo que para nosotros es lo más valioso: que resulta de gran utilidad”.
CONOCER GENTE VALIOSA
El propio Pedraza Ginori subraya que “hacer el programa es para nosotros un placer. La serie nos da la oportunidad de conocer de cerca a personalidades de todos los sectores. Gente muy valiosa, de la que aprendemos muchísimo. Estos contactos nos han enriquecido como creadores y como seres humanos".
REALIZACIÓN, TRABAJO COLECTIVO
“En su realización –precisa Loly Buján- 'Yo también soy joven' es sencillo y complejo a la vez. Sencillo, porque se graba en una sesión, sin ensayos. No necesita escenografía, ni elenco, ni efectos especiales. Es el programa más barato de la TV cubana”.
“Y complejo –apunta Pedraza Ginori- por la elaboración cuidadosa de su contenido. Es un arduo trabajo que comienza conversando extensamente, una o varias veces, con el invitado, continúa con la confección del cuestionario y culmina con largas sesiones de selección y edición del material grabado. Esto último es lo más difícil, porque debemos convertir varias horas de video tape en un programa de 28 minutos, y hacerlo sin perder la esencia del personaje”.
Para concluir, intervienen ambos, indistintamente:
“Hay que señalar que la TV es un trabajo colectivo por excelencia. Sin el entusiasmo interminable de los compañeros de Control Remoto del ICRT y sin la capacidad y experiencia de Consuelito y Cepero, el éxito no se hubiera logrado”.
¿QUIÉNES SON LOS REALIZADORES?
Dolores Fernández Buján nació en Ciudad de La Habana, en 1939. Licenciada en Historia del Arte. Ha trabajado como actriz. Es profesora de actuación y dirección teatral. Directora, adaptadora y libretista de TV. Desde 1966 interviene en programas tales como 'El cuento', 'Maestros', 'Álbum de Cuba', 'La novela', 'Teatro' y 'Concurso Adolfo Guzmán'. Organizó y dirigió un curso de formación para directores de TV.
Eugenio Antonio Pedraza Ginori nació en 1938, en Esperanza, provincia de Villaclara. Licenciado en Historia del Arte. Escritor, guionista y director de TV, se ha especializado en programas musicales. Desde 1966 ha escrito y realizado programas tales como 'Juntos a las 9', 'En vivo', 'Recital', 'Teatro ICR' y 'Concurso Adolfo Guzmán'. En 1976 y 1977 cursó estudios de especialización en la televisión de la RDA.
Ellos, junto al equipo técnico, habitualmente no salen en las pantallas, sino que trabajan tras las cámaras, pero sobre los cuales recaen el peso y la responsabilidad del buen éxito de 'Yo también soy joven'.
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Hasta aquí el texto de la entrevista publicada en La Gaceta de Cuba.
Pedraza Ginori, Cepero Brito y Consuelito Vidal durante la grabación
del programa en el que el protagonista fue un miembro
de la Seguridad del Estado (conocido como Chiquitico)
que había estado infiltrado durante varios años.
de la Seguridad del Estado (conocido como Chiquitico)
que había estado infiltrado durante varios años.
El Ministerio del Interior decidió aprovechar la gran teleaudiencia
de "Yo también soy joven" para divulgar la historia de este hombre.
de "Yo también soy joven" para divulgar la historia de este hombre.
YO TAMBIÉN SOY JOVEN
Televisión Cubana, Canal 6
Horario: martes, 21:00 horas
Duración: 28 minutos
Blanco y negro.
La primera grabación se realizó el 3 de abril de 1978.
El primer programa se transmitió el 16 de mayo de 1978.
La última transmisión fue en los primeros meses de 1979.
Documentación, guión y dirección: Loly Buján y Pedraza Ginori.
Presentadores: Consuelito Vidal y Cepero Brito. (1)
Tema musical: 'Nunca llegará el final' (Música de Rafael Ortiz y letra de Pedraza Ginori) interpretado por Carlos Embale y el Septeto Nacional Ignacio Piñeiro)
Lamento disponer solamente de datos de 30 de los 32 programas que se realizaron. Aquí está la información que poseo:
Entrevistado (principal ocupación) (lugar de realización) (fecha de su primera transmisión)
Abelardo Buch (médico cirujano) (Hospital Joaquín Albarrán) (¿?)
Agapito Figueroa (sindicalista) (Fundición Reynaldo Castro) (17 octubre 78)
Alicia Alonso (bailarina) (sede del Ballet Nacional) (¿?)
Antonio Arcaño (flautista, director de Arcaño y sus Maravillas) (su hogar) (¿?)
Conchita Fernández (política, exsecretaria de Eduardo Chibás y Fidel Castro) (su hogar) (19 diciembre 78)
Chiquitico, miembro de la Seguridad del Estado (ex infiltrado) (Edificio Focsa) (¿?)
Dora Alonso (escritora) (su hogar) (26 diciembre 78)
Enrique Arredondo (actor) (Estudio 19, Focsa) (4 julio 78)
Evelio Miranda (sastre) (empresa textil en Habana Vieja) (¿?)
Félix Pita Rodríguez (escritor) (su hogar) (31 octubre 78)
Gilberto Torres (jugador de beisbol) (Estadio y Parque de Regla) (4 enero 79)
Guido García Inclán (político, periodista) (Radioemisora COCO) (18 julio 78)
Justo Vega (poeta repentista) (su hogar) (3 octubre 78)
Kid Chocolate (Eligio Sardiñas) (boxeador) (su hogar) (¿?
Manuel Galich (intelectual guatemalteco) (Casa de las Américas) (6 junio 78)
Manuel González Guerra (presidente del Comité Olímpico Cubano) (Sede del COC) (24 oct 78)
María de los Ángeles Santana (actriz, vedette) (su hogar) (¿?)
María Luisa Lafita y su esposo Pedro Vizcaíno (luchadores revolucionarios) (su hogar) (¿?)
Mariano Rodríguez (pintor) (Casa de las Américas) (12 diciembre 78)
Mario Kuchilán (periodista) (su hogar) (23 mayo 78)
Onelio Jorge Cardoso (escritor y periodista) (UNEAC) (30 mayo 78)
Paco Alfonso (teatrista, actor) (su hogar) (¿?)
Rafael Fortún (atleta) (Estadio La Tropical) (¿?)
Raúl Ferrer (poeta) (su hogar) (27 junio 78)
Renée Méndez Capote (escritora) (su hogar) (16 mayo 78)
Rodrigo Prats (músico) (su hogar) (21 noviembre 78)
Rosario Novoa (profesora) (su hogar) (27 noviembre 78)
Santiago Álvarez (cineasta) (Noticiero ICAIC) (¿?)
Septeto Nacional Ignacio Piñeiro (músicos) (Liceo de la Habana Vieja) (6 junio 78)
Sergio Aguirre (político, historiador) (Depto. de Historia del PCC) (¿?)
Foto tomada en el modesto hogar del gran Antonio Arcaño,
durante la grabación del "Yo también soy joven"
dedicado a esta gloria de la música cubana.
De pie: Yin Pedraza Ginori y Loly Buján.
Sentados: José Antonio Cepero Brito, el Maestro Arcaño y Margarita Balboa
(quién nos tiró un cabo ese día como presentadora,
sustituyendo a Consuelito Vidal que estaba indispuesta).
SEGUNDA PARTE (2013)
MASTODONTES Y MUCHOS CABLES
En cuanto a la imagen, el programa presentaba un formato bastante elemental de entrevista: los dos presentadores sentados uno a cada lado del invitado. A éste se le filmaban algunos planos sencillos para intercalar: caminando por su barrio, jugando con su nieta, escribiendo…
El eje central del espacio era la conversación, en la que el personaje central narraba su vida, sus experiencias. La presentábamos como si hubiese sido filmada de arriba a abajo, sin interrupciones. Para dar esa impresión de charla fluida, era necesario evitar que se vieran los cortes en la edición de imágenes. Para taparlos, usábamos material gráfico que el entrevistado nos suministraba: fotos antiguas, recortes de prensa, etc.
No contábamos con cámaras ligeras y pequeñas. Usábamos los mastodontes de control remoto, montados en robustos y anchos trípodes que, la mayoría de las veces, apenas cabían dentro de un apartamento o una casa. El día en que grabamos con Félix Pita Rodríguez se colapsó el tráfico interno de su hogar.
Para captar el audio, usábamos micrófonos con cables, ya fuera en mano y/o montados en la barra extensible llamada boom. Ni soñar con inalámbricos que dieran la oportunidad a invitados y presentadores de caminar mientras hablaban.
CONSERVAR LOS TESTIMONIOS
En muchas ocasiones, alertamos de que aquellas entrevistas en que se contaban vidas y situaciones del pasado eran muy valiosas y que sus videocassettes merecían ser conservados para el futuro como documentos históricos. Basta revisar la lista de personalidades que desfilaron por el programa para comprobar que se trataba de testimonios inapreciables.
Pero estábamos en la época en que las cintas se reutilizaban una y otra vez. Yo logré que unos pocos rollos, con contenido que me pareció importante, no se borraran. Con la complicidad de los compañeros del Departamento de Video Tape, los escondimos en sus archivos. Pero el ardid duró poco, sólo hasta que se hizo el siguiente inventario general.
Siempre he soñado con que algún ‘Yo también soy joven’ se haya salvado de la quema y un buen día aparezca por alguna parte.
LOS QUE NO QUISIERON IR
Nos hubiese gustado mucho llevar al programa a dos grandes figuras de la literatura cubana: Nicolás Guillén y Alejo Carpentier.
Al primero, que por esas fechas era presidente de la UNEAC, lo invité al menos en tres ocasiones pero nunca aceptó. En su oficina alegaron que su agenda pública no la manejaba él y que para que lo entrevistásemos en tv debíamos conseguir un permiso de instancias superiores. Sonaba a excusa y creo que lo fue.
Carpentier era embajador cubano en Francia. Conseguí el teléfono de su casa habanera y dejé varios recados a una persona que siempre me contestaba que él no estaba en Cuba. Hasta que un día leí en el periódico que andaba por La Habana y comencé a llamarle. Logré hablar con su esposa quien me preguntó cómo era posible que la televisión invitara a su marido a una entrevista, sabiendo que él estaba muy enojado con el ICRT. Traté de explicarle que yo desconocía el asunto de su enfado con la institución, de convencerla de que se trataba de una iniciativa personal de un par de creadores y de que, en todo caso, nosotros representábamos solamente al programa. Pero la mujer estaba muy cabreada y mi intento resultó inútil.
Total, nos quedamos sin ‘Sóngoro Cosongo’ y sin ‘El reino de este mundo’.
LA MERIENDA
Como han leído en la entrevista, Loly y yo alardeábamos de que YTSJ era el espacio más barato de la televisión. A pesar de su bajísimo coste, nunca logramos que TV Cubana nos aprobara un pequeño presupuesto para llevar una merienda -o un simple servicio de café- al hogar del entrevistado que, como ya ustedes habrán supuesto, no cobraba.
Al contrario de lo que debía ser, muchas veces era éste el que, de su bolsillo, agasajaba al grupo de realización con algún tentempié conseguido quién sabe cómo en aquellos tiempos difíciles en que todo se adquiría con la libreta de abastecimiento. Ya se imaginaran la vergüenza que aquella situación nos producía.
MOZO NO ES SÓLO QUIEN TIENE FUGAZ JUVENTUD
Desde el principio, el bolero-son creado por Rafael Ortiz y yo para que nos sirviera de tema musical, le gustaba a todo el que lo oìa. Cuando estábamos editando y lo escuchaban, algunos compañeros se acercaban al cubículo para disfrutarlo. Es justo reconocer que a su tremendo éxito contribuyó mucho el que los compañeros del Departamento de Promociones incorporaron buena parte de “El final no llegará” a los anuncios del programa, que salían a menudo en los días anteriores a cada transmisión.
YTSJ, SU HISTORIA
‘Yo también soy joven’ tiene una historia peculiar, que merece ser divulgada.
Cuando presentamos el proyecto, nacido al calor del XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se iba a celebrar en Cuba en el verano de 1978, nos lo aceptaron enseguida. Loly y yo presentamos una lista de candidatos a ser entrevistados y, a decir verdad, casi ni la miraron. Así que le metimos mano, decidiendo por nuestra cuenta quién debía ir primero y quien después.
Era sencillo de realizar: sólo necesitaríamos una unidad de control remoto, una vez por semana. Nos la aprobaron. Era yo quien comunicaba al Departamento de Programas el día, la hora y el lugar de la grabación.
El primer programa lo filmamos el 3 de abril con Renée Méndez Capote, la cubanita que nació con el siglo. A partir de entonces, se convirtió en una rutina el ir cada siete días con la gente de Remoto a hacer una grabación, generalmente en el hogar del protagonista. Y más tarde, con una periodicidad fija que establecimos con los compañeros de video tape, realizábamos la edición del material hasta dejar listo el cassette para su transmisión.
Así fueron pasando las semanas y nosotros seguíamos grabando y editando. Ningún superior de la TV Cubana me preguntó qué hacíamos hasta un día, ya entrado mayo, en que alguien se acordó.
-- Oye, Ginori, ¿cómo va ese proyecto de entrevistar viejos?
-- Ah, muy bien, ya tenemos varios programas listos para ser transmitidos.
-- ¿Ya? ¡¿No me digas?!
Por lo visto, no se esperaban la noticia, que les cayó como agua a una mata seca porque la programación en saludo al festival no estaba saliendo tan abundante como se había pensado. Enseguida nos asignaron el horario de los martes a las 9 de la noche, por el Canal 6.
SALIR Y PEGAR, LA MISMA COSA
El 16 de mayo del 78 se transmitió por primera vez. Renée Méndez Capote, con su extraordinaria simpatía, encantó a la audiencia. Y en las siguientes semanas estuvieron Mario Kuchilán, Onelio Jorge Cardoso y Manuel Galich. Las opiniones que nos llegaban eran todas buenas. Salir al aire y pegar fue la misma cosa. En muy poco tiempo se convirtió en uno de los espacios más queridos de la televisión.
Fue tan fuerte su impacto que la dirección decidió repetir el domingo por el Canal 2 y en horario estelar, el programa que había salido el martes anterior por el 6.
Cartelera de TV de "Juventud Rebelde" 14 enero 1979
Y aparecieron las preguntas retorcidas:
¿Quién elige a los invitados?
¿Partiendo de cuáles criterios?
¿Por qué prefieren gente conocida?
¿Y quién decide lo que se incluye y lo que no se incluye en la edición?
Y empezaron a revisar con mayor detenimiento los programas antes de transmitirlos buscando que todo estuviese políticamente correcto. Pero no tuvimos problemas, no hubo que modificar nada en ellos ya que, tanto Loly como yo, conocíamos al dedillo las normas y no las habíamos violado.
GUIDO MUTILADO
Todo marchó bien con la censura hasta el día en que le tocó salir al periodista Guido García Inclán. Guido era una figura atípica, con voz propia.
Guido García Inclán |
Contaba con un gran historial de luchador político y revolucionario y con buenos contactos en las alturas. Pienso que por esto último le permitían decir lo que le daba la gana en sus polémicos noticieros y editoriales de la COCO, el Periódico del Aire. Era una especie de verso suelto en los supercontrolados medios de comunicación de la época.
Más una cosa era hablar libremente por una pequeña emisora local con poca potencia y otra bien distinta era hacerlo en la televisión a las 9 de la noche, en un espacio que veían en toda Cuba hasta los ciegos.
Guido era un personaje en toda la extensión del término. Alardeaba de ser amigo íntimo y consejero de Fidel Castro. Tanto en la entrevista de documentación como después ante las cámaras nos contó muchas cosas impublicables. Como que Fidel había sido guardaespaldas suyo y que él, Guido, había sido la persona de contacto entre Fidel y Batista durante el tiempo en que el Comandante en Jefe estuvo alzado en la Sierra Maestra. ¿El Caballo cuidándole las espaldas a alguien? ¿Contactos entre El Fifo y Batista? Uyuyuy, eso eran palabras mayores.
Lo jodido era que nosotros no sabíamos –ni teníamos manera de saber- qué cantidad de verdad había en lo que nos dijo. Tuvimos que hacer malabares para editar sus respuestas e historias y completar los 28 minutos con material admisible.
Yo quedé muy disgustado por cómo había quedado lo de Guido. Había tenido que mutilar sus testimonios y me sentía mal por haberlo hecho. Si por mí hubiese sido, no habría salido al aire. Pero él me estuvo llamando varias veces preguntando cuándo iban a transmitir su entrevista. Y, presionado por su interés, decidí entregar la cinta para que le dieran el visto bueno. Como transcurrieron unos días y nadie me comentó nada en contra, pues se programó para el 18 de julio. Ese día salió anunciado en la cartelera “Programas de TV” del diario Granma. Supongo que por ello saltaron las alarmas por allá arriba.
Al mediodía de aquel martes, me ordenaron que hiciera una nueva edición eliminando esto, esto otro y aquello de más allá. A pesar de que de García Inclán ya quedaba poco allí, hubo que cortarlo aún más. Ya no había tiempo de buscar en la cinta original otros fragmentos que sustituyeran a los censurados, incorporarlos y pasar por una nueva revisión. Así que se imponía la tijera pura y dura. El programa se quedó apenas en unos 20 minutos.
A PARTIR DE GUIDO
Desde entonces se hicieron más exhaustivos los controles. Recuerdo a uno de mis superiores diciéndome:
-- Mira, es que aparecer en la televisión el martes a las 9 de la noche debe ser un reconocimiento a una vida de luchas, un premio por la vinculación del invitado a la revolución. No se le puede dar un micrófono y una cámara a cualquiera para que diga lo que le dé la gana.
De repente y sin nosotros comerlo ni beberlo, nuestro modesto espacio de recuerdos y anécdotas personales se había convertido en un galardón tipo machete de Máximo Gómez, en una especie de condecoración que la revolución otorgaba a quien se lo mereciera.
Revisaron al milímetro cada programa de los ya terminados, cada respuesta, cada testimonio. A punto estuvieron de prohibir la transmisión del realizado con González Guerra, personaje que, al parecer, no le caía bien a alguien con power.
Una vez agotada la primera lista de invitados, las dos siguientes que entregamos fueron examinadas con lupa y se demoraron bastante en devolvérnoslas. La mayoría de nuestras propuestas no fueron aprobadas: de unas 30 sólo 6 ó 7. Si a esto le sumamos que algunos de los considerados idóneos no quisieron ser entrevistados, pues comenzamos a trabajar con unos plazos cada vez más cortos y tensionados.
Pero la tapa al pomo nos la pusieron cuando, no contentos con revisarnos los programas ya editados, designaron un asesor para que, asistiendo a las grabaciones y ediciones, supervisara lo que hacíamos y tomara decisiones. El tipo se apareció un día con algunas propuestas de personajes anónimos (por ejemplo, un machetero destacado) para que fueran invitados. O sea, de hecho, era él quien mandaba.
Perdido nuestro control, había llegado el momento de pirarnos. Lo hicimos de guillestein, como había que hacer casi todo en Televisión Cubana. Argumentamos que, una vez finalizado el Festival de la Juventud, ‘Yo también soy joven’ ya había cumplido su cometido, que su fórmula se había agotado, que resultaba cada vez más difícil hallar invitados del nivel de los que habíamos presentado… En fin, que era hora de retirarlo. Nuestra sugerencia les encantó y decidieron aplicarla rápidamente ya que el programa, en el fondo, se había convertido en un quebradero de cabeza para ellos.
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N O T A
(1) Margarita Balboa sustituyó a Consuelito Vidal en los programas con Raúl Ferrer, Enrique Arredondo, Antonio Arcaño y Guido García Inclán.
Bobby Salamanca sustituyó a Cepero Brito en el programa con Justo Vega.
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LES INVITO A LEER LAS
SIGUIENTES TRES ENTRADAS DE MI BLOG.
ÉSTOS SON SUS
VÍNCULOS:
El Blog de Pedraza Ginori > CARTA A JUAN PADRÓN, POR SI ACASO
/////////////////
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en formato papel, mis dos libros "Pedraza Ginori Memorias Cubanas".
Sus páginas son un compendio de mis experiencias y mis circunstancias, vividas en el mundo de la televisión, los espectáculos, la creación musical,
la radio, la publicidad y la prensa.
Los dos volúmenes recogen, en clave autobiográfica, sucesos, “batallitas”, semblanzas, anécdotas y reflexiones personales.
El Libro 1, “Eugenito quiere televisión”, tiene 342 páginas.
El Libro 2, "Quietecito no va conmigo", 362 páginas.
Ambos están a la venta en las webs
www.createspace.com www.amazon.com www.amazon.es
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Interesantisimos tus recuerdos y muy bien contados.
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