Esta es otra de las colaboraciones mías para la revista Cuba que yo no había subido a mi blog debido a que no la conservaba. Recientemente la he podido recuperar y la transcribo en esta pieza.
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Aquí está Germán Pinelli,
el más inquieto personaje de la radio y la TV cubanas,
dueño y señor de la agilidad mental.
De cómo "el barítono de la voz de terciopelo"
se convirtió en "el mejor animador de habla española".
QUERIDOS AMIGOS, BUENAS NOCHES
por Pedraza Ginori
Fotos de Helio Ojeda y Ernesto Fernández
Revista Cuba, julio de 1968
PREMIO
ONDAS
En
Rancho Boyeros, el pasajero German Pinelli bajó la escalerilla del avión que lo
traía desde Europa. En una de sus maletas descansaba un raro objeto. Preguntó a
los curiosos:
─¿Qué
traigo aquí?
─¿Animal, vegetal o mineral? ─le respondieron.
Pinelli usó su más pícara sonrisa. Su chirimbolo pertenecía al reino de
lo emocional: era el más importante trofeo de su vida.
PREMIO INTERNACIONAL
REVISTA ONDAS
OTORGADO A GERMÁN
PINELLI
MEJOR ANIMADOR DE
HABLA ESPAÑOLA 1967
BARCELONA, ESPAÑA
EN
LA CMQ
¡Mira
que este hombre ha dado lata! ¿Qué cubano no lo ha tenido presente toda la
vida? Aquí o allá ha habido que oírlo, admirarlo y hasta que aplaudirlo porque,
sin dudas, el nombrado Germán es bueno y se lo ha ganado.
Uno
puede haberse encontrado con él ─con su voz─ cuando hacía aquellas entrevistas
por la tardecita en cemecú y después, por la noche, creaba toda su atmósfera
con el público del estudio en “Ron Pinilla por si acaso”, que era el programa que nunca se acababa porque estuvo 14 años
rindiendo.
Si es
de esa época que lo conoce, tiene que recordar su versatilidad. Ir del Pinelli
adusto de las tomas de posesión, entierros y actos políticos al maestro de
ceremonias que presentaba a Paulina Singerman o a Chucho Martínez Gil y al
ligero Germán de los diálogos con Cascarita, el increíble chuchero-cantante.
─Cáscara,
¿y qué?
─Aquí
con la ultimilla.
─¿Y
cuál es la ultimilla, Cáscara?
─Que
quisiera ser alfombra.
─¿Y
alfombra para qué, Cáscara?
─Para
que me pisoteen los pollos.
DUEÑO
Y SEÑOR DE LA TV
Después fue más fácil porque vino la milagrosa televisión y Pinelli fue otro
de los fantasmitas, el más alegre e inquieto de todos. Aquel feo que daba
carreritas, hacía muecas y pinchaba a los músicos en “El Show del Mediodía”,
narraba las comedias silentes en el mejor estilo años 20, sacaba lasca a todo
lo que se podía decir con mímica (1) o, con un largo batilongo puesto, hacía
cumplir los castigos ─verdugo amable─ para demostrar que aquí todos hacen de
todo (2).
Germán Pinelli, dueño y señor de un mundo mágico, inventor de la
agilidad mental, traído y llevado Pinelli de cada sala oscura, gran juglar de
la emoción de “sube, Perico, sube” (3), de los pianos de cola repletos de
harina (4), de las bocas abiertas a cámara en big closeup, del chascarrillo
exacto en el momento exacto, primero en la infinita saga de las 21 pulgadas. El
señor locutor-animador-narrador-actor-cantante-bailarín-músico-entretenedor
Germán Pinelli.
EL
GERMÁN RECIENTE
Opinión muy personal: si usted tiene pocos años se perdió al mejor
Pinelli. Aunque, como bicho malo nunca muere y Germán bueno nunca deja de ser
Pinelli, ha tenido la oportunidad de disfrutarlo ─esa es la palabra─ en
cualquiera de sus recientes apariciones:
Elección de la Estrella del Carnaval ─15 mil
personas en la Ciudad Deportiva y Pinelli jugando con ellas como quiere─
Como
actor cómico en “San Nicolás del Peladero”
Moderador en “Fin de semana”
Animador en “Quién sabe más” o en “RL Musical”
Tío
del Oso Prudencio en “Tránsito”
Los
programas “Estrellas del Carnaval” ─haciendo cantar “Amore Baciami” a cientos
de muchachas─
PINELLI
EN VIVO
Si
usted ve a un hombre besando a Pinelli no se sorprenda. Es Antonio, su hijo.
─Mi padre
es el hombre de más chispa que conozco. Acompañarlo por la calle es una
aventura. Todos se meten con él: unos con respeto, admiración, y otros buscando
la réplica, que los suenen. Ejemplo: un guagüero burlón le grita “Adióooos,
Pinelli”. La respuesta es rápida: “Adióooos, Mamá”. Sin embargo, como padre es
extremadamente recto.
Sus familiares rodean a Pinelli.
De izq a derecha: su hermana Sol
y sus hijos Antonio, Isabel y Germán
La
primera admiradora de Germán es Isabel, su hija. Quiere ser escritora,
periodista, animadora.
─Soy
un saco de proyectos y ninguno canalizado. Papá es maravilloso, siempre tiene
la respuesta exacta para todo. Quisiera ser algún día lo mitad de bueno que él
es. Me voy a casar pronto, pero esto no lo sabe papá aún.
EL
FLORICULTOR
Hay
un Pinelli desconocido: el floricultor. Durante años se ha dedicado al cultivo
y experimentación de diversas variedades de flores
─Mi
madre me enseñó que en cada flor hay un verso no escrito. En las comidas
siempre hubo flores en nuestra mesa. Si no había dinero para eso, cortábamos
ramos de álamo y su frescor nos hacía sentir marajaes. He trabajado en la
creación de nuevas especies de orquídeas, rosas, margaritas del Japón… Mi mayor
logro: hace seis años ─junto al profesor Calzadilla─ obtuve cuatro nuevas
variedades de lirios Easter Liry. Sus nombres: Cuba, Patria, 26 de julio y
Granma.
Antonio cuenta la tristeza de su padre el día en que el tío Valentín
dejó la manguera abierta y destruyó valiosos ejemplares.
RECUERDOS
Pinelli recuerda algunas anécdotas:
─Estuve cerca de Eduardo Chibás. Fui locutor de su espacio dominical
durante ocho años. Transmití sus actos, su proclamación como aspirante
presidencial, etc. Sin embargo, el día en que falté al programa Chibás disparó
contra sí mismo.
Por
razones de mi profesión yo tenía acceso a muchos lugares. Por los años 50, un
director de periódico a la usanza quiso aprovechar eso y sacar una columna
diaria denominada “Habla Pinelli”. El hombre me garantizaba una ganancia de
varios miles de pesos al mes. “Pero, ¿cómo?”, pregunté yo. “Muy fácil, cobramos
no por lo que publiquemos, sino por lo que dejemos de publicar”. Demás está
decir que la columna nunca salió.
A
Moa, Oriente, no llegaba la televisión. Cierto día fuimos a ofrecer allí un
espectáculo. Durante el día recorrí todo el pueblo con una tranquilidad
inusitada. Parecía que estaba en el extranjero. Pero por la noche nada más que
hice mi saludo habitual de “Queridos amigos, buenas noches” y cinco mil
personas me reconocieron por la voz. Había que oír cómo gritaban. La emoción
que sentí fue tan grande que por poco me quedo en el saludo. No podía hablar.
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NOTAS:
(1) "Dígalo con mímica" era un programa en que un panel de invitados trataba de averiguar un título o un refrán, descifrando los gestos que hacía un participante.
(2) En "Aquí todos hacen de todo" los concursantes que fallaban eran "castigados" en cámara.
(3) En lo más alto de un palo embarrado de sebo se situaba un premio importante que un hombre debía alcanzar subiendo hasta allí. La novia o esposa lo animaba a conseguirlo gritándole "Sube, sube". Este momento alcanzó tal importancia que "Aquí todos hacen de todo" perdió su nombre en la práctica y todo el mundo le llamaba "El Programa del Palo Ensebado".
(4) En "El Show del Mediodía" Pinelli les hacía bromas a los músicos de la orquesta invitada. Entre ellas, una que se repitió mucho fue dejarles caer harina desde la parrilla de luces mientras tocaban, lo que interrumpía las actuaciones.
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