- Ocurrió hace unos días. Dos
cubanos, jubilados y amigos, coincidieron en una cola para conseguir un
módulo alimenticio de esos que está vendiendo el gobierno a los mayores
de 65 años.
- ─Mi socio, le ronca tener que meterse esta cola tan
larga para comprar seis onzas de morcilla y otras tantas de masa ácida
de croquetas.
- ─La verdad es que por la pinta que tienen, uno se pregunta de qué carajo estarán hechos esos productos. Pero, bueno, es lo que hay, no queda más remedio que…
─Yo estuve viendo anoche en el Noticiero de Televisión cómo algunos americanos, aprovechando las protestas por el asesinato de un hombre por un policía, practican el vandalismo.
─¿Y eso qué es?
─Pues que rompen las puertas de las tiendas y las saquean, se llevan las cosas que hay dentro.
─¿Sin pagar?
─No solo sin pagar, sino sin hacer cola.
─Coño, eso sí que está bueno.
- ─Yo me quedé pensando que, si algún día, la gente aquí en Cuba por un
casual se cansara de aguantar tanto descaro y abuso, explotara y se
lanzara a la calle a protestar, lo primero que voy a hacer es
convertirme en vándalo.
─Mirándolo bien, no es mala idea.
─¿Tú te imaginas lo que es entrar a una bodega y llevarse gratis, sin cola y sin libreta, los productos que haya dentro?
─¿Todos los productos que uno quiera?
─Todos.
─Pues ¿sabes qué? Yo me apunto. Cuenta conmigo para acompañarte a saquear.
─Eso, vamos juntos.
La cola se movía lentamente y los dos amigos jubilados entretuvieron la larga espera planeando cómo sería ese día maravilloso en que arrasarían con la quinta y con los mangos.
─Habrá que llevar unos cuantos sacos para meter ahí lo que nos llevemos.
─Y necesitaremos una carretilla para cargar y salir echando rápido.
─No te preocupes por eso. Mi nieto tiene un carretón y seguro que nos lo presta.
─Eso, vamos juntos.
La cola se movía lentamente y los dos amigos jubilados entretuvieron la larga espera planeando cómo sería ese día maravilloso en que arrasarían con la quinta y con los mangos.
─Habrá que llevar unos cuantos sacos para meter ahí lo que nos llevemos.
─Y necesitaremos una carretilla para cargar y salir echando rápido.
─No te preocupes por eso. Mi nieto tiene un carretón y seguro que nos lo presta.
Mira que los cubanos somos ingenuos. Por el camino que van las cosas,
nunca va a haber multitudes protestando en la calle. Y suponiendo que
un día eso ocurra, tengan la seguridad de que no se producirán saqueos
por la sencilla razón de que ya no habrá absolutamente nada que saquear.
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Imágenes de bodegas cubanas:
Sin comentarios
¿Qué
quiso hacer el que puso los cartelitos?
¿Una guataquería sincera o una broma genial?
¿Una guataquería sincera o una broma genial?
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