Traductor

Páginas vistas

sábado, 21 de julio de 2018

LOS MALOS HICIERON BIEN LAS COSAS


  Esta imagen, transmitida por la TV Cubana como muestra de la alegría del pueblo cubano, a mí me parece la triste constatación de un fracaso. Está tomada hace unos días, en el concierto que ofreció el salsero Gilberto Santa Rosa en el Malecón, y revela a cientos de personas grabando la actividad con sus teléfonos celulares. Tal parece que todo el mundo en La Habana tiene un móvil.
  Hay que reconocer que, durante 59 largos años, los malos han sabido hacer las cosas bien para sus intereses, que eran convertir la isla en su finca particular y vivir de puta madre en un país en que el 99% de la gente sufre y se consume. Desde el principio de los principios se dieron cuenta de cuáles eran los instrumentos a usar en el discurso: el nacionalismo exacerbado convertido en religión y disfrazado de internacionalismo solidario, la alusión constante a la gratuidad del acceso a la sanidad y a la educación, el culto a los caídos en la lucha, la banderita agitada en un palito, los himnos, la patria como altar, Martí y siempre Martí, el victimismo encarnado en el enfrentamiento al "gigante imperialista que pretende violar nuestra sagrada soberanía", la permanente presencia del líder supremo, único y carismático que en kilométricos discursos prometía y prometía un futuro luminoso tras unos pocos años de sacrificios. En fin, la historia que todos conocemos.
  Ante tal despliegue de manipulación, muchos ─la mayoría─ caímos en la trampa y nos sumergimos en la corriente arrolladora de aquel río triunfal que nos aseguraba que éramos los valientes, los dignos, los salvadores de la humanidad miserable y amenazada en todos los continentes. Y nos hicimos milicianos, perdimos horas valiosas de nuestras vidas haciendo guardias inútiles y peleamos en Girón y en las lomas del Escambray contra aquellos que, en un ejercicio de marketing, llamaron bandidos.
  Y nos apuntamos al socialismo, al marxismo-leninismo, a los CDR, a la FMC, a la UJC y a todo lo que había que apuntarse. Y llenamos la plaza para gritarle “¡Comandante en Jefe, ordene!” y QuienTúSabes, que estaba dispuesto a ser un lider mundial para satisfacer su ego descomunal, nos mandó como carne de cañón a que nos hirieran y nos mataran en guerras que después la historia nos ha confirmado que no eran las nuestras.
  La mayor infamia que cometieron fue meternos en las venas el miedo. El miedo a hablar, a actuar, a pensar. El temor tremendo a lo que pudiera decir Fefa, la del Comité, o a lo que pudieran hacernos los segurosos que podían sacarte de tu cama en plena madrugada y destruirte metiéndote en sabe Dios que celda inmunda por los años que ellos quisieran.
  Hay que reconocer que, desde su punto de vista, supieron hacer bien las cosas. Plancharon a los suyos que ya no les servían y buscaron sustitutos ávidos de servirles, neutralizaron y encarcelaron a los guapos que se atrevieron a ser disidentes, nos compraron con casas, carros y vacaciones en la playa, nos convirtieron en no personas de intereses primarios que vagaban buscando la cola donde resolver.
  Cuando vimos que el caballo era un penco, que aquello que prometió no se cumplía, muchos de nosotros nos desencantamos, nos sentimos engañados y quisimos abandonar el barco. Pero ellos supieron jugar con las dos manos y con la izquierda nos abrieron Camarioca y Mariel para que nos fuéramos y la olla no estallara por tanta presión acumulada. Y los emigrados nos convertimos en parias dañados que andábamos por todas partes, ¡hasta en Alaska!, buscando una nueva vida que nos resarciera de tanto sufrimiento y un sitio donde poder comer frijoles negros, chicharritas y tamales. Y nos creímos libres sin darnos cuenta de que llevábamos muy grabados en la memoria los perversos conceptos que ellos nos habían inculcado para poder manipularnos: la patria, el himno, la banderita en un palito, Martí, La Habana, Varadero, las montañas gloriosas de Oriente, el amor al pueblecito en que nací, la Guantanamera… en fin toda la parafernalia de los cojones.
  Sí, nadie puede negar que los malos hicieron bien las cosas que les convenían. Cuando aquello explotó como un siquitraque, cuando los países hermanos dejaron de ser hermanos y de mandarnos suministros y se evidenció que su burocrática revolución de economía estatal era una mierda absoluta, a quienes se quedaron y a los que nacieron después del 59 y no conocen otra cosa los sometieron a un invento llamado Período Especial. Los que nunca supieron lo que era depender de la libreta para comer y vestirse disfrazaron con himnos y cancioncitas novatroveras, nuevas exhortaciones al sacrificio, noticias falsas sobre el sobrecumplimiento del plan de cebollas, etc. su política de siempre: “la gente, la población, que se fastidie mientras yo siga viviendo como Carmelina”.
  Y en cuanto vieron que la calle se estaba poniendo en candela, aflojaron un poco el yugo y permitieron los negocitos particulares, la tenencia de divisas, los viajecitos sin represalias a Miami, los telefonitos y el reguetón. Y así los tienen entretenidos, sentados en los parques donde hay wi-fi, esperando que el familiar que se fue les haga una recarga, bailando como reparteros, jugando imperturbables al dominó en medio del ciclón, sumidos en la chusmería, vendiéndose a los extranjeros y creyéndose el ombligo del mundo porque “los cubanos estamos por encima del primer lugar y no hay más ná, asere”.
  Los malos, que ahora son otros, pero son los mismos, continúan y continuarán allá arriba, en la punta de la pirámide. Y los de abajo, ahí los pueden ver, olvidados de la política, atravesando como pueden el día a día y aplaudiendo a fantasmas como Manzanero que con 84 años, el pobre, es un anciano que ya no da más de sí.
  Ahí los tienen, grabando el concierto de Santa Rosa con sus telefonitos, felices de vivir en el mejor de los mundos y esperando que aquello mejore con el nuevo presidente nombrado a dedo y la reforma constitucional que está preparando el Partido.
  ¡Ay, Cuba, Cubita bella! ¡Quién te ha visto y quién te ve!

//////////////////////

sábado, 14 de julio de 2018

LA BABOSITA ROSITA Y "LOS BASURITA DE CARAJILLO"


  Érase una vez una babosita llamada Rosita que vivía en el patio de un matrimonio amante de la literatura. Todas las mañanas, la babosita salía a pasear teniendo en cuenta la prudencia que le había inculcado su mamá.
  ─Ten cuidado, no te metas en la casa que es muy peligroso. Allí puedes morir producto de un pisotón.

  Un día, aburrida de andar su ruta diaria cargando con su caracol de las dalias a las petunias y de las petunias hasta las orquídeas, decidió romper con la promesa hecha a su madre ─tal y como hacen frecuentemente los niños─ y se aventuró a arrastrarse hasta la cocina y entrar.
  Era la hora de la siesta y todos dormían. La babosita estuvo un rato curioseando de aquí para allá y en eso andaba cuando penetró en una habitación repleta de libros. Sobre una mesa, abierta por el capítulo 2, descansaba una novela. Rosita se subió sobre ella y empezó a leerla y le interesó tanto tanto que ahora cada tarde, a la hora de la siesta y desoyendo los consejos de su mamá, vuelve a la biblioteca para seguir leyendo la historia que la tiene absolutamente enganchada: la de una familia que vivía en Carajillo y a la que apodaban Los Basurita.


  Como el ritmo vital de las babosas es muy lento, ella lee un par de párrafos al día por lo que se calcula que dentro de 25 años llegará a la última página y se enterará del sorprendente final de la obra.

///////////////////////////////

LA NOVELA "LOS BASURITA DE CARAJILLO",
ESCRITA POR PEDRAZA GINORI,
SE PUEDE ADQUIRIR EN AMAZON.
PARA ACCEDER, PULSE EN ESTE ENLACE:


///////////////////////////////

viernes, 6 de julio de 2018

¿QUIERES LIBERARTE DE LA LUJURIA Y EL ROMANTICISMO DESCONTROLADO?


  Advertencia para los talibanes de Internet que siempre están a la que se cayó, buscándole la quinta pata al gato. El escrito que van a leer a continuación se refiere a un sujeto en concreto.
  Los sacerdotes que ofrecen consuelo y apoyo a quienes sufren, los que no piensan y actúan como Juan Antonio, los que prestigian a la Iglesia realizando labores sociales, esos cuentan con toda mi simpatía y mi reconocimiento.


  El tipo (por llamarlo de alguna manera) que aparece en la foto es Juan Antonio Reig, el obispo de la diócesis de Alcalá de Henares, ciudad de la Comunidad de Madrid. Nació en el año 870, en plena Edad Media, una etapa oscura donde las haya, en la que la población de Occidente abandonó la civilización llamada clásica que había florecido en Grecia y Roma para sumirse en un período de diez siglos caracterizado por la ignorancia, la superstición, la inseguridad y la brutalidad, todo enmarcado y regido en las doctrinas ultraconservadoras de la Iglesia de aquel tiempo.
  Juan Antonio se crió en pleno Medioevo, creció bebiendo ávidamente de sus fuentes y de adulto hizo suyas las normas morales y éticas de los papas y reyes que gobernaban bajo la sombra del peor catolicismo, los mismos que le hacían la vida un yogur a los desgraciados seres humanos que tuvieron la desgracia de vivir por entonces.
  Increíblemente, este tipo nacido en el lejano 870, prototipo del fundamentalista radical medieval, vive todavía y anda por ahí como cruzado y propagandista de unas ideas que vaya usted a saber qué perverso diablo de los que anidan en su mente le dicta.
  Juan Antonio tiene historia. Aprovechando la libertad de expresión que en sus tiempos no existía, no se corta un pelo arremetiendo contra los homosexuales (que según él son “enfermos desorientados que necesitan terapia”) y dice que los matrimonios que “no están preparados para tener hijos y sientan la cálida llama del Señor Dios entre sus piernas deben practicar el sexo anal”. En sus sermones combate el divorcio, el amor libre, las técnicas de reproducción asistida y el aborto (al que comparó en 2014 con el holocausto nazi). Su obispado da consejos a las mujeres “para volver a ser vírgenes”, a los padres para "detectar precozmente las desviaciones de sus hijos" y a los matrimonios “para sobrellevar la violencia machista doméstica". Por supuesto, nunca se le ha oido una palabra de condena a los pedófilos que abundan en el seno de la Iglesia.
  Como era de esperar, el tipo (por llamarlo de alguna manera) añora la dictadura de Franco y hace un tiempo ofició una misa junto a la bandera franquista.
  Juan Antonio, que vivió en la Edad Media y la disfrutó, todavía está dándonos la lata en el siglo XXI. Él es el ejemplo vivo de que la inmortalidad existe.
  Su última iniciativa es “Sexólicos Anónimos”, un programa para "liberarse de la lujuria y alcanzar la sobriedad sexual" acabando con “el uso descontrolado u obsesivo de la pornografía, la masturbación, la promiscuidad, el romanticismo, la prostitución, las fantasías y las relaciones de pareja".
  Así que toma nota: si eres un promiscuo, un romántico desorejado que se masturba o ejecuta fantasías sexuales con tu pareja, acude a “Sexólicos Anónimos”. Juan Antonio es la solución para que vuelvas al buen camino.

/////////////////////////////////

lunes, 2 de julio de 2018

ALGUNOS SE PASAN CUATRO PUEBLOS


  La Selección Española, jugando mal según los entendidos, perdió ayer ante Rusia y a la afición de nuestro país se le acabó la ilusión, inflada artificial y desmesuradamente por los medios, de que sería Campeona del Mundial 2018.
  Entre las peores actuaciones de los futbolistas españoles, destaca la del portero David de Gea que de 12 disparos lanzados a su arco, 11 se convirtieron en goles. Ha sido el guardameta que menos paradas ha hecho en todos los mundiales desde Inglaterra 1966.
  Como era de esperar, Twitter es desde anoche un torrente de mensajes, gifs, memes, chistes, reproches y críticas hacia el jugador. Algunos tuits utilizan la ironía y pueden ser hasta simpáticos.
  -¿Qué tal el Mundial? –le pregunta un periodista a De Gea y este responde:
  -¡¡Ufff!! Ha sido un no parar.



  Pero hay otros, muchos por cierto, que se pasan cuatro pueblos y utilizando una falta de respeto inadmisible, se lanzan a la yugular del futbolista.
  Ya sé que la Constitución Española reconoce y protege el derecho a expresar libremente los pensamientos, ideas y opiniones, pero alguien, amparándose en el anonimato que dan las redes sociales, ¿puede machacar sin consecuencias a De Gea de la manera que se hace en el siguiente twit?

domingo, 1 de julio de 2018

PARADOJAS DE LA VIDA


  Por la ley de probabilidades, entre los millones de franceses que votan a la ultraderecha nacionalista y están a favor de la política de Tolerancia Cero en Inmigración, tiene que haber muchos que celebran las victorias de Francia en el Mundial 2018 y las jugadas de sus futbolistas hijos o nietos de inmigrantes.
   Aunque puede haber excepciones porque la integración es un asunto complicado que no siempre se resuelve de manera correcta, en un final, a largo plazo, la inmigración enriquece al país receptor y hace mejores seres humanos a sus habitantes.

//////////////////////////////////////