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domingo, 12 de septiembre de 2021

EL FIN DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN LA REVOLUCIÓN

   Esta pieza del blog no pretende ser un relato exhaustivo de lo que anuncia 
su título. Solamente aportar algunos detalles sobre hechos de triste
 recordación que ocurrieron en el lejano año 1960 y cuyas negativas consecuencias aún se padecen en la Cuba actual.
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   En la página 28 del libro "Palabras para la Historia" se recoge esta cita de Fidel Castro: 
"La libertad de opinar, la libertad de escribir, la libertad de hablar, la libertad de reunirse, la libertad de creer, son libertades sagradas de nuestra Revolución"
   Pero en ese, como en tantos otros temas, el llamado Máximo Líder se traicionó a sí mismo y donde dijo Digo, después cambió palo pa rumba y dijo Diego. 
 
   Al comenzar 1960, segundo año del ejercicio castrista del poder, la libertad de expresión se veía seriamente amenazada en la isla. En el primer trimestre se agudizaron las tensiones entre el gobierno y los propietarios de las emisoras de televisión. A la nacionalización de Tele-Mundo Canal 2, propiedad de Amadeo Barletta, que se había producido en el año anterior, se sumó la del Canal 12 de Gaspar Pumarejo. Desde su programa diario en CMQ TV, el periodista Luis Conte Agüero hacía campaña contra la deriva comunista que estaba marcando la política gubernamental. Surgieron roces serios entre los hermanos Mestre, propietarios de la CMQ, y la dirección de la revolución. 
 
  El 20 de marzo se creó el FIEL (Frente Independiente de Emisoras Libres), agrupación de emisoras de radio y televisión afectas a la revolución que nació para enfrentar a la empresarial Federación de Radioemisores de Cuba, que desde ese momento quedó prácticamente desactivada. El primer responsable del FIEL fue el periodista José Pardo Llada, uno de los voceros más críticos con los Mestre. 
 
  El viernes 25 de marzo, manifestantes congregados en la calle 21, frente a los estudios de CMQ TV, realizaron un acto de repudio a Conte Agüero que impidió la entrada de este al edificio. Por tanto, su programa diario de comentarios políticos no salió al aire. Conte, inmerso en una fuerte polémica pública con voceros del periódico comunista Hoy, había anunciado que esa tarde iba a leer en cámara una carta a Fidel Castro denunciando la campaña de penetración de los comunistas pro-soviéticos en la revolución. Los congregados contra Conte lanzaron gritos pidiendo la intervención de la empresa CMQ. A pesar del incidente, Conte logró llegar a Radio Progreso, donde también tenía un espacio diario, y leyó su alegato por esa emisora. 
 
   Ese mismo día, el Ministerio de Hacienda del Gobierno Revolucionario, a través de su Departamento de Recuperación de Bienes Malversados, intervino CMBF TV Canal 4, empresa donde tenían una participación mayoritaria los hermanos Mestre. 
 
   El 27 de marzo Goar Mestre abandonó el país rumbo a Miami. El 28 Fidel Castro, en un acto con milicias que es transmitido por todas las emisoras de radio y televisión, atacó a Conte Agüero por su cruzada anticomunista y lo tachó de enemigo aliado al imperialismo. En la noche del 31, el director del Noticiero CMQ TV Abel Mestre, que había quedado al frente de CMQ tras la partida de su hermano Goar, apareció en "Ante la prensa" para referirse a los acontecimientos ocurridos en torno a Luis Conte Agüero y defender la conducta de su grupo de comunicación frente a los ataques que estaba recibiendo por su línea editorial. En ese programa anunció el retiro temporal de los Mestre de la dirección activa de la empresa, que quedó en manos de otros ejecutivos.
 


 

 
   En medio de un ambiente hostil hacia la libertad de prensa, los periódicos no afectos a la revolución se veían  obligados a ponerle coletillas a cada cable o noticia que un comité de sus trabajadores considerara lesivo a los intereses castristas.
 

   A principios de mayo, el enfrentamiento entre José Ignacio Rivero, propietario y director de El Diario de la Marina, y el Gobierno Revolucionario, alcanza su máximo encono. Ante la negativa de Rivero de sacar el periódico del miércoles 11 de mayo, los periodistas y trabajadores se hacen cargo y lo publican.
 

 
 
    El día 12, en el DdelaM aparecía un extenso editorial que terminaba así:
   Y también se veía esta convocatoria:
 
 
   Se puede considerar que el entierro de El Diario de la Marina, una manifestación celebrada en la noche del día 12, fue el puntillazo a la libertad de expresión en la prensa escrita.
 
   El 13 de mayo, Fidel Castro, consciente de la importancia de la televisión en el adoctrinamiento de las masas, estrenó en Tele-Mundo, a las 21:00, su propio programa semanal. En él, cada viernes ofrecía información sobre la labor del Gobierno Revolucionario y abordaba temas de política y actualidad. Una característica a destacar del espacio es que no tenía una duración establecida, se sabía cuando comenzaba, pero no cuando terminaba. La primera emisión se extendió durante 4 horas. 
 
   El 12 de septiembre, la Resolución Nº 20.042 del Ministerio del Trabajo dispuso la intervención del Circuito CMQ y Radio Reloj. En asamblea general, celebrada en el teatro Martí, cerca de 800 empleados, obreros, artistas, locutores, autores y periodistas de CMQ brindaron su apoyo a la intervención. Hablaron Violeta Casals, secretaria general de la Asociación Cubana de Artistas Teatrales, Armando Pérez Roura, que era decano del Colegio de Locutores, y Oscar Vázquez, secretario general de la comisión interna de CMQ, quien destacó que, con la intervención dispuesta, “se rompe el feudo de los Mestre en la radio y en la TV cubanas”. 
 
   Al día siguiente, el periodista Gregorio Ortega, en su carácter de interventor oficial, tomó posesión de las instalaciones, equipos y pertenencias de Radiocentro. A la poca libertad de expresión que aún quedaba en radio y televisión, Fidel le había dado la patada final. 
 
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