El 28 de octubre de 1492, en su primer viaje a América, Cristóbal
Colón arribó a Cuba.
El día 27, cayendo la noche, el almirante fondeó sus naves en un cayo de la costa norte de la actual provincia de Holguín. Al día siguiente, El Almirante pisó tierra en Bariay.
El día 27, cayendo la noche, el almirante fondeó sus naves en un cayo de la costa norte de la actual provincia de Holguín. Al día siguiente, El Almirante pisó tierra en Bariay.
Sus habitantes llamaban a la isla Colba o Cuba,
pero Don Cristóbal la bautizó con el nombre de Juana, en honor al príncipe
Juan, primogénito de los Reyes Católicos. Después de tomar posesión del
territorio en nombre de sus majestades, Colón y algunos de sus hombres
navegaron en bote río arriba e, impresionado por las bellezas que veía,
escribió en su cuaderno de bitácora lo siguiente:
“Nunca tan hermosa cosa vi, lleno de árboles, todo cercado el río, hermosos y verdes y diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno de su manera. Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente; había gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras”. “Esta es la tierra mas hermosa que ojos humanos han visto”.
Al llegar a unas casas rústicas habitadas por nativos semidesnudos, su acompañante Martín Alonso Pinzón le preguntó: “¿Vuesa merced se ha fijado en lo buenas que están las indias?”
“Nunca tan hermosa cosa vi, lleno de árboles, todo cercado el río, hermosos y verdes y diversos de los nuestros, con flores y con su fruto, cada uno de su manera. Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente; había gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras”. “Esta es la tierra mas hermosa que ojos humanos han visto”.
Al llegar a unas casas rústicas habitadas por nativos semidesnudos, su acompañante Martín Alonso Pinzón le preguntó: “¿Vuesa merced se ha fijado en lo buenas que están las indias?”
Aquel 28 de octubre
llegaron los primeros europeos a nuestra isla y empezó a joderse todo. Con lo bien que
estábamos los cubanos sin que nos descubrieran. Sin trabajar ni ponernos ropas,
durmiendo en hamacas, levántandonos a la hora que nos daba la gana, bañándonos
en el río o en la playa, jugando pelota, comiendo casabe, cogiendo ricas frutas
de los árboles con solo estirar la mano, bailando y cantando en los areítos,
sin sufrir enfermedades venéreas, sin que los caciques nos metieran discursos
mentirosos y, en fin, vacilando en una tierra maravillosa en la que no había
frío ni fieras y ni siquiera los perros molestaban porque eran mudos.
LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL
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