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jueves, 4 de marzo de 2021

RAFAEL GARCÍA CENTENO, UN TIPO ENTERO

      A los 76 años, ha fallecido en La Habana uno de los supercamarógrafos de la televisión cubana: Rafael García Centeno.
 
Rafael García Centeno
 
  A Centeno había que decirle usted cuando se colocaba detrás de una cámara. Era de esos grandes artistas que no se equivocaban nunca, que siempre daban la toma correcta, que dominaban el equipo como si fuera parte de su cuerpo. Y, además, fue una de esas personas que andan por el mundo regando buen rollo, creando compañerismo, sin formar alboroto, sin salirse de lo correcto, escudándose detrás de una sonrisa de pícaro para mirar la vida y disfrutarla, un tipo entero, ¡guapo ahí!
No me gusta mencionarme cuando despido a alguien que se va, pero en este caso no puedo evitar decir que fue alguien que siempre echó palante conmigo en todos y cada uno de los muchos programas que hicimos: Juntos a las 9 (A la hora del cañonazo), Concursos Adolfo Guzmán, Joven Joven, Arte y Cultura, Mi pueblo, 12 y 30 Campesino, Como me gusta mi campo…
 
Pedraza Ginori y Rafael García Centeno

Creo que con ningún otro cámara logré una conexión profesional y personal como con Centeno. Por ello en 1989, cuando Amaury Pérez Vidal me dio la oportunidad de hacer un documental que recogiera una de sus giras por México, no lo dudé ni un segundo en elegir a Centeno como director de fotografía. Y allá nos fuimos, a trabajar a base de improvisación y a sacarle el jugo a los momentos que se viven en un recorrido de conciertos por 11 ciudades, a crear “Por la carretera”, una de mis obras de las que me siento más satisfecho y una experiencia de convivencia diaria que terminó por unirnos más de lo que ya lo estábamos.
 






Estas fotos fueron tomadas en Tijuana, mientras grabábamos
"Por la Carretera", audiovisual que se puede ver pulsando el siguiente enlace:
Cuando, después de más de 20 años sin saber el uno del otro, conectamos gracias a Facebook, me enteré de que Centeno seguía en La Habana, que una enfermedad le había jugado una mala pasada y lo había obligado a abandonar su carrera. Por nuestros frecuentes intercambios de mensajes supe que la fatalidad le había golpeado muy fuerte, pero no lo había derrotado, que seguía siendo el Centeno entero y guapo ahí de siempre.
Adiós amigo, te despido con dolor. Todos los que tuvimos la suerte de conocerte y trabajar contigo te vamos a echar mucho de menos.
 
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