FIDEL LO APRENDIÓ DE SUS COLEGAS

   Allá por 1956, Quientúsabes (o sea, Fidel Castro) estaba en México organizando la expedición del yate Abuelita (Granma). Por entonces, publicó varios panfletos encendidos en la revista Bohemia en los que prometía que antes de fin de año estaría luchando en territorio cubano para tumbar al tirano Fulgencio Batista.

   Acusado por un batistiano de que mantenía vínculos con el carnicero Trujillo, gobernante manodura de República Dominicana, Quientúsabes aprovechó la ocasión para negarlo y para enumerar las características que, a su juicio, definían a las dictaduras.

   Su texto no tiene desperdicio. Vamos a eliminarle las palabras “en Cuba como en Santo Domingo” y veremos cómo queda.

   Para QTSabes una dictadura era un régimen:

   1 ─ que se sostiene a viva fuerza,

   2 ─ en que las elecciones son una farsa inmunda sin garantía alguna para los adversarios del régimen

   3 ─ en que una camarilla adulona, rapaz y ambiciosa disfruta todos los cargos del estado, las provincias y los municipios, enriqueciéndose a manos llenas

   4 ─ en que el amo quita y pone mandatarios, gobierna desde su finca particular y sienta a un criado suyo en la silla presidencial

   5 ─ donde impera el terror y la represión, los hogares son allanados a media noche, los hombres detenidos, torturados y desaparecidos sin dejar huellas

   6 ─ donde se practican masacres

   7 ─ donde se prohíben las manifestaciones cívicas, se censura la prensa, se apalean periodistas y se clausuran periódicos

   8 ─ se castiga con plan de machete a los infelices guajiros, se reprimen a culatazos las protestas obreras y se arrebatan a los humildes los derechos más elementales

   Como se puede apreciar, se trata de un retrato del sistema autoritario de gobierno que el propio Castro instauraría en Cuba al llegar al poder en 1959 y que todavía, ¡¡¡casi 61 años después!!!, se mantiene vigente.

 

 El artículo original publicado en Bohemia

Fidel Castro / Fulgencio Batista / Rafael Leónidas Trujillo

 

   Siendo precisos, hay algunos aspectos del texto en cuestión que podrían indicar diferencias entre las dictaduras de Batista y Trujillo y la fidelista. Por ejemplo:

    En el punto 3, no creo que los dirigentes de los municipios se enriquezcan a manos llenas, aunque hay que reconocer que, gracias a sus cargos, ellos y sus familiares viven mucho mejor que ese resto de sus conciudadanos sin privilegios al que llaman despectivamente “población”.

    En el punto 6, se podría cuestionar que en la Cuba revolucionaria se hayan producido masacres. Sin embargo, pensándolo bien, el asesinato premeditado de 41 personas inocentes en el remolcador 13 de marzo se puede calificar perfectamente como una masacre.

    En el punto 8, ya no se usa el plan de machete contra los guajiros ni los culatazos contra los obreros. Ahora se aplican otros medios, mucho más sofisticados y efectivos, para reprimir.

    Por último, he añadido tres sellos de correos, emitidos por los tres dictadores cuando eran señores todopoderosos, que demuestran el uso de dinero público empleado en el esfuerzo propagandístico destinado a ensalzar sus figuras.

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