MIS FICHAS
Durante mucho tiempo, casi desde que comencé a escribir y dirigir programas en Televisión Cubana, tuve la costumbre de anotar en fichas, datos de los programas que iba haciendo. Me impuse esa tarea como entretenimiento, pensando en que algún día, cuando fuese viejo, me sentaría a repasarlas y así daría mayor precisión a mis recuerdos.
Años más tarde, tras un proceso de evaluaciones al personal que estableció las distintas categorías de cada puesto de trabajo, se implantó en el Instituto Cubano de Radio y Televisión un sistema de control económico que estableció las tarifas que condicionaban el pago a los directores teniendo en cuenta la categoría del programa y la evaluación de quien lo realizaba. (1)
Se fijó un tope de salario (el 150%) en el mes para cada director. Lo que uno trabajaba por encima de dicho porcentaje, no lo cobraba.
Mi hábito de apuntar lo que hacía, dejó entonces de ser sólo un pasatiempo para convertirse en una necesidad, ya que no siempre los reportes de programas que manejaba la administración coincidían con los míos. Alguna que otra vez tuve que reclamar y para hacerlo mis apuntes resultaban una ayuda fundamental.
El contenido de mis fichas le otorga un valor documental a las entradas que estoy publicando sobre mis 30 años en nuestra tele. Ese material evita que todo se apoye en la memoria que, muchas veces, tiene lagunas significativas y nos puede jugar malas pasadas.
Así que, basándome en esa conjunción de datos contrastados y recuerdos, continuo hoy con la serie "Mis programas de televisión". En esta nueva entrega, la tercera, les contaré sobre "La guagua" (1985), "De cerquita" (1986) y "Y algo más" (1984-86).
Durante mucho tiempo, casi desde que comencé a escribir y dirigir programas en Televisión Cubana, tuve la costumbre de anotar en fichas, datos de los programas que iba haciendo. Me impuse esa tarea como entretenimiento, pensando en que algún día, cuando fuese viejo, me sentaría a repasarlas y así daría mayor precisión a mis recuerdos.
Años más tarde, tras un proceso de evaluaciones al personal que estableció las distintas categorías de cada puesto de trabajo, se implantó en el Instituto Cubano de Radio y Televisión un sistema de control económico que estableció las tarifas que condicionaban el pago a los directores teniendo en cuenta la categoría del programa y la evaluación de quien lo realizaba. (1)
Se fijó un tope de salario (el 150%) en el mes para cada director. Lo que uno trabajaba por encima de dicho porcentaje, no lo cobraba.
Mi hábito de apuntar lo que hacía, dejó entonces de ser sólo un pasatiempo para convertirse en una necesidad, ya que no siempre los reportes de programas que manejaba la administración coincidían con los míos. Alguna que otra vez tuve que reclamar y para hacerlo mis apuntes resultaban una ayuda fundamental.
El contenido de mis fichas le otorga un valor documental a las entradas que estoy publicando sobre mis 30 años en nuestra tele. Ese material evita que todo se apoye en la memoria que, muchas veces, tiene lagunas significativas y nos puede jugar malas pasadas.
Así que, basándome en esa conjunción de datos contrastados y recuerdos, continuo hoy con la serie "Mis programas de televisión". En esta nueva entrega, la tercera, les contaré sobre "La guagua" (1985), "De cerquita" (1986) y "Y algo más" (1984-86).